El Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó hoy que la inflación es un problema mundial, y señaló que «las recientes presiones sobre los precios en gran parte reflejan la inusual evolución relacionada con la pandemia y los desajustes transitorios entre la oferta y la demanda«.

«Se prevé que la inflación regrese a los rangos que se registraban antes de la pandemia en la mayoría de los países en 2022, una vez que estas perturbaciones vayan quedando reflejadas en los precios, pero persiste una gran incertidumbre», subrayó el Fondo en su informe WEF difundido hoy.

Te puede interesar: Por la inflación, la gente compra cada vez más en los mayoristas

También indicó que «se prevé que la inflación sea elevada en algunas economías emergentes y en desarrollo, debido en parte al alto nivel de los precios de los alimentos».

Al respecto, consideró que «los bancos centrales deberían en general examinar detenidamente las presiones transitorias sobre la inflación, y evitar un endurecimiento de las políticas hasta que se tenga una idea más clara de la dinámica subyacente de los precios».

Además, sostuvo que «una comunicación clara por parte de los bancos centrales sobre las perspectivas de la política monetaria será fundamental para conformar las expectativas de inflación, y salvaguardarse de un endurecimiento prematuro de las condiciones financieras».

No obstante, el FMI advirtió que «existe el riesgo de que las presiones transitorias se vuelvan más persistentes, y los bancos centrales posiblemente necesiten tomar medidas preventivas«.

A su criterio, «los riesgos en torno al escenario base se inclinan a la baja», y consideró que «un ritmo de vacunación más lento de lo previsto permitiría que el virus mutara aún más».

Así estimó que «las condiciones financieras podrían endurecerse rápidamente, por ejemplo, por efecto de una revaluación de las perspectivas de la política monetaria en las economías avanzadas si las expectativas de inflación aumentaran más rápidamente de lo previsto».

Por lo tanto, alertó que «un doble golpe a las economías emergentes y en desarrollo por el empeoramiento de la dinámica de la pandemia y el endurecimiento de las condiciones financieras externas afectaría gravemente su recuperación, y podría reducir el crecimiento mundial por debajo de este escenario base de las perspectivas».