Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires
El veterinario Eduardo Ortiz, que se desempeña como Coordinador de la mesa de Medio Ambiente de CRA y miembro de la Mesa de Carnes, señaló a Conclusión, que «carne y humedales son dos temas diferentes, pero van de la mano porque producimos carnes hace muchos años en los campos bajos y queremos seguir haciéndolo». En relación a las imputaciones que se vertieron hacia los productores por los incendios en ámbitos de producción, manifestó que se trata de campañas internacionales de sectores interesados ya que «ningún productor tiene intención de dañar el lugar que trabaja».
Ortíz, manifestó que Argentina posee una biodiversidad enorme en las provincias del NEA, -lugar donde produce- y que no creen que la ganadería «este afectando el ambiente como para que se discuta tanto», la materia «generó que haya 15 proyectos de humedales presentados por diputados y senadores nacionales».
El productor aclaró además, que existen diferencias entre los ámbitos en los que se produce, y que es «necesario especificar que lo que se conoce como estero, sea delta, bañado, isla, río y laguna, hoy se lo englobó en una sola palabra, humedal, es decir, se toma a ambientes que son diferentes, donde hay agua» pero no son la misma cosa, de aquí que se incurre en el error «de simplificar un tema que es bastante complejo».
En la misma línea el representante de la Asociación de Sociedades Rurales de Corriente, especificó que si se retoman las catalogaciones anteriores, «se notará que por ser diferentes se puede hacer distintas cosas en cada uno de ellos. La historia de desarrollo de Argentina, se hizo alrededor del agua, como en el resto del mundo. Hoy, perseguir al ser humano porque vive al lado del agua, decir que prende fuego y que está causando un mal para el ambiente, es excesivo».
«En Corrientes existen más de 400 especies de flora y fauna, hay un millón trecientas mil hectáreas entre parque y reservas, en estas zonas producimos pero las cuidamos. Es un claro ejemplo que el agua es necesaria, que se la debe cuidar y no contaminar, pero que no tiene ningún sentido asociarla a los incendios que hoy están en boga, como es Rosario que padece smog y cenizas que vuelan desde las islas cada vez que les prende fuego. Nosotros no lo vivimos, tenemos un respeto enorme por la ley de fuego. Cuand0 a los campos se les prende fuego en Corrientes, se hace con autorización».
Perseguir al ser humano porque vive al lado del agua y decir que prende fuego y que está causando un mal para el ambiente, es excesivo.
En el mismo sentido, Ortiz explicó que se realiza «la quema del pastizal viejo con control, porque no se hace en cualquier momento sino, no se podría tener 550 mil hectárea forestadas como tiene Corrientes», al tiempo que agregó que esto permite «seguir produciendo y cuidar la biodiversidad perfectamente. Creemos que los incendios forman parte de una campaña mal intencionada sobre el sector ganadero y no lo merece. Argentina necesita producir y vender carne para generar divisas y puestos de trabajo , como también salir del 40% de pobreza que nos martiriza».
«Perseguir a un sector como el nuestro, que lo que hace es producir carne, y se nos culpe, como sucedió con la ONG que colgó un cartel en la Sociedad Rural Argentina, acusándonos de los incendios, es un exceso total. Se trata de campañas orquestadas por organismos internacionales que mueven mucho dinero y nosotros debemos salir con un discurso moderado y nos resulta difícil».
Eduardo Ortiz, continuó sus explicaciones sobre como se está abordando el tema y advirtió sobre la gran cantidad de proyectos que existen en el Parlamento, pero también la escaza diferencia que existe entre ellos. Aunque describió la diferencia de la topografía de regiones de Argentina, y refirió que en el caso de las islas ubicadas frente a Rosario, no hay soja.
El médico veterinario entiende que el mensaje que señala al agricultor sojero como el responsable de la quema de campos para volver a cultivar «no es veraz, es mentira y la gente de la gran cuidad no conoce». En tanto que mencionó algunas de las características de explotación en la zona del delta y su impacto.
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