Son días intensos en el mercado financiero global y el impacto en la región se siente también con fuerza.

El temor ante la expansión del coronavirus con el consecuente impacto económico golpeó este jueves las cotizaciones de las monedas de la región, y el más afectado fue el real brasileño, que se devaluó 1,5%, lo cual sumó presión al peso argentino.

En el país vecino, el real retrocedió a 4,74 unidades por dólar, equivalente a una depreciación del 1,5%, ante la posibilidad de un recorte de tasas de interés por parte del Banco Central.

En 2020, la moneda brasileña acumuló una devaluación superior al 14% y de esa manera tuvo el peor inicio de año desde 1999 y se convirtió en una de las de peor desempeño del mundo.

Entre los expertos no existe consenso acerca de los alcances que tendrá el coronavirus en la economía mundial. Este viernes se conocieron previsiones del Deutsche Bank alemán en las que se vaticina que la caída de los mercados estaría recién en la mitad de su trayecto.

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Lo cierto es que ya está obligando a los gobiernos a adoptar medidas para limitar el impacto. A nivel local, los exportadores están preocupados por la reacción de la economía regional y fundamentalmente en el principal socio comercial de la Argentina: Brasil.

Los bonos de la Argentina, entreverada además en la reestructuración de la cuantiosa deuda externa, se derrumbaban este viernes, mientras que la Bolsa porteña caía 3,70%.

En ese marco también hubo reuniones esta semana entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, con representantes de los principales fondos de inversión acreedores del país.

El malestar de los bonistas impactaba en una suba del 5,70% del riesgo país, a 2.486 puntos, aunque al mediodía había superado las 2.500 unidades.

Ante ese escenario, los bonos de la deuda en dólares caían más del 5% en Wall Street.

Directivos de los fondos Templeton, Pimco y Fidelity, entre otros, pretenden obtener más información del gobierno, ante las presiones que vienen soportando de sus clientes para saber cuál es la quita que pretende la Argentina para una deuda que rondaría los US$ 70.000 millones.

Los fondos de inversión, según dejaron trascender, se llevaron también la impresión de que la renegociación de deuda podría extenderse más de lo previsto.

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La semana próxima, según el cronograma que había difundido en su momento Guzmán, el Gobierno debería lanzar formalmente la oferta de reestructuración a los tenedores de bonos, aunque insistentes versiones indican que esa propuesta llegaría recién en la tercera semana de marzo.

Por la mañana se realizó una reunión del equipo económico para definir cuáles serán los bonos que entrarán en la reestructuración.

Despejar dudas

En ese contexto, el Gobierno pagó este viernes más de $26.000 millones correspondientes a la parte del bono Bogato que no pudo reestructurar y despejó así dudas de inversionistas sobre este título de deuda.

Era la parte del vencimiento que restaba luego de que el miércoles Economía sólo pudiese canjear $ 47.800 millones.

El lunes volverá a testear el mercado de pesos con la licitación de dos Letras.

La Dirección de Crédito Público del Ministerio de Economía y también la Caja de Valores confirmaron el pago de todo el bono, se informó extraoficialmente.

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El Bogato implicaba un pago de $ 74.000 millones, pero el Ministerio de Economía logró canjear esta semana cerca de $ 47.800 millones, para refinanciar ese título.

Los $ 26.200 millones restantes están disponibles para los tenedores de los títulos, según comunicó hoy la Caja de Valores a los agentes de Bolsa.

El gobierno despejó así la dudas sobre el pago, que surgieron tras la decisión oficial de reperfilar otro bono, el denominado «dual», cuyo vencimiento operaba el mes pasado y se trasladó a septiembre próximo.