En estos días muchos economistas han dado su visión sobre la escalada del dólar y sus implicancias en la economía. Las posturas, a grandísimos rasgos, pueden reducirse a dos. Una más despreocupada por este síntoma (las autoridades del Banco Central), que lo considera natural en un régimen de cambio flexible; y otra que advierte en este fenómeno inconsistencias o incertidumbre en torno al rumbo de la política monetaria llevada a cabo por la máxima autoridad financiera.

Con este escenario, Mercedes Marcó del Pont, que además de economista fue presidenta del Banco Central, opinó en declaraciones al diario La Nación que “la suba de estas semanas es el reflejo de un fenómeno más estructural; el gobierno recibió un país solvente, aunque con problemas de acceso al financiamiento, pero los problemas se han agudizado y transformado en problemas de solvencia».

Al mismo tiempo, advirtió que «el factor de la suba del dólar de las últimas semanas es la fuga por la vía de la dolarización de carteras, que antes se disimulaba por la burbuja de las Lebac. Sigue habiendo un problema de restricción externa aunque Sturzenegger siga diciendo lo contrario».

Además, la economista apuntó al gobierno por lo que considera  “un mal diagnóstico de la situación internacional porque el fenómeno de fuga es estructural en la economía argentina y se agudiza en un mal contexto como el actual. Así que no veo cómo se soluciona. Dependerá de la cuenta capital-cambiaria, que fue negativa en abril y mayo, porque no alcanzan los dólares».

Por último, la ex mandataria del Central concluyó que “ni el Fondo Monetario Internacional critica la regulación de la cuenta capital. El Banco Central ya no es autónomo, sino dependiente del mercado».