Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (Enviado especial)

En un contexto socio-económico en el que el Gobierno hace esfuerzos por mostrar que el incumplimiento del convenio colectivo de los trabajadores petroleros de Vaca Muerta fue un logro a seguir como ejemplo, el titular de la Central de Trabajadores Argentinos, Hugo Yasky, analizó el momento político que vive Argentina, cuales son los peligros que deberá afrontar el movimiento obrero y sindical frente a las modificaciones que en materia laboral se intentan desde el ministerio de Trabajo, y desde el Ejecutivo nacional. En relación a las últimas medidas económicas y declaraciones que tocan el mundo del trabajo, fiel a su pensamiento y consecuente con su accionar, el sindicalista dijo a Conclusión, que la administración Macri tiene «la intención de llevarse puesto la mayor cantidad de conquistas de los trabajadores».

Consultado Yasky como ve el inicio de 2017 para los argentinos, señaló que «desde el inicio de su gestión y ahora con más fuerza, el gobierno tiene una obsesión, una idea fija, que es precarizar el trabajo, recortar los derechos adquiridos a través de los convenios colectivos y flexibilizar recurriendo al argumento de que una vez que el costo de los salarios en Argentina sea tan barato como Paraguay o Colombia, las famosas inversiones externas van a llegar».

—¿Cree usted que la población está esperanzada con esta posibilidad?

—Esa es una gran mentira que no la cree nadie, pero en realidad lo que pretenden es cumplir con el mandato de los poderosos empresarios que rodean su gobierno, que consiste en llevarse puesta las conquistas del movimiento sindical. El gobierno quiere llevar a la Argentina a un Estado anterior a 1944, tiene entre ceja y ceja el Foro Laboral. Busca llevarse por delante los convenios colectivos. Macri quiere flexibilizar y modificar la ley de ART, eliminar las indemnizaciones y avanzar con una propuesta que significa poner de rodillas al movimiento sindical y los trabajadores argentinos.

 —¿Cual será el rol que asumirá la CTA frente a este panorama que nos presenta?

—Vamos a defender las conquistas de los trabajadores y a luchar palmo a palmo por una paritaria en la que se discuta el número que tiene que ver con la inflación real y la pérdida del poder adquisitivo de salario y no la fantasía del 18 o 20% que pretende imponer el gobierno.

—¿Con que herramientas institucionales el gobierno intentará modificar el organigrama del Estado?

—Es impredecible, el gobierno de Mauricio Macri se mueve en el límite de la legalidad, lo ha demostrado cuando veto la ley antidespido. Una ley que tenía el apoyo extraordinario por parte de las dos Cámaras (diputados y senadores). Y lo demostró cuando forzó hasta el último minuto a los sectores de la oposición para que aceptaran una modificación de ganancias que quedó muy lejos de lo que realmente era necesario para los trabajadores. De manera tal que sabemos que hay un grado de prepotencia y una decisión de jugar al límite forzando a las instituciones. Violentando los consensos en el parlamento.

—¿Que medidas tomará la central de trabajadores que usted conduce?

—Creemos que la única forma de parar esto, es apostando a nuestra propia fuerza que es la de la movilización de los trabajadores. Ellos pretenden que con el control que tienen sobre la Justicia –que ya no es un poder independiente- con el apoyo de la cadena oficial de medios periodísticos privados, con el apoyo del conjunto del empresariado y con el temor de la población ante la incertidumbre de la pérdida de sus fuente de trabajo podrán armar la tormenta perfecta para dar por tierra con los derechos de los trabajadores. Nosotros creemos que se van a equivocar y van a entender el porque.  La conciencia de los trabajadores sobre sus derechos no se los pudo borrar, ni las dictaduras militares.