En enero, los consumidores pagaron en promedio 3,45 veces más de lo que cobraron los productores por los principales productos agropecuarios que componen la mesa familiar, según informó este domingo la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

La medida -que es un promedio de los 24 agroalimentos que integran la canasta del Índice de precios en Origen y Destino (IPOD)- resultó ser 7,2% menor a la de diciembre.

La mejora mensual del IPOD, considerando las estacionalidades de los productos, ocurrió porque los precios que se le pagaron al productor subieron muy por encima de los precios que se le cobraron al consumidor.

Al respecto, CAME indicó que los precios de origen aumentaron 59,2%, contra 20% que subieron los precios en góndola.

Los productos que más vieron reducir sus brechas fueron: berenjena (-61,4%), calabaza (-60,3%), lechuga (-58,8%) y mandarina (-58,6%). Pero, en general, el 67% de los alimentos medidos achicaron su brecha en enero.

En el primer mes del año, en 20 de los 24 productos relevados, los comercios pyme de cercanía tuvieron mejores precios que los hipermercados. La mayor diferencia se encontró en el precio de la lechuga, donde el valor promedio en los comercios pyme fue 18,7% menor a los hiper y en el limón, donde fue 17,3% más bajo. Si bien los precios al consumidor de ambos productos subieron en el mes, en los hipermercados el aumento fue muy superior.

>>Te puede interesar: Rosario encabeza los aumentos en el precio de la carne vacuna en los últimos 12 meses

La brecha de precios en los productos frutihortícolas bajó 14% en enero, pero subió 4,9% en los últimos doce meses. Así, los consumidores pagaron 6,15 veces más de lo que recibió el productor.

En los productos ganaderos, la brecha fue de 2,96, mientras que el IPOD subió 1,1% en el mes y bajó 5,8% en el año.

Por otro lado, la participación del productor en el precio final subió de 26,3% en diciembre a 31,8% en enero, y fue de 37,4% ponderándola por producto.

En enero, la mayor brecha entre precio de origen y destino se dio en la zanahoria, con una diferencia de 23,1 veces. Le siguió el zapallito (13,5 veces), la naranja (9,4 veces), el limón (7 veces) y la calabaza, también con una brecha de 7 veces.

Los productos con menores brechas, en tanto, fueron: lechuga (1,3 veces), brócoli (1,5 veces), berenjena (1,6), huevos (1,8) y pollo (2).
En enero hubo 9 productos con subas en sus brechas y 15 con bajas, que en el balance determinaron una mejora mensual significativa, al reducirse 13% la brecha si se mide el promedio simple y 7,2% midiendo el ponderado.

La participación promedio del productor en el precio final de los 24 productos relevados subió pasó de 26,3% en diciembre a 31,8% en enero.

La mayor participación la lograron los productores de lechuga, que recibieron en promedio el 74,4% de su precio de venta minorista. La peor ocurrió en la zanahoria, donde el productor obtuvo apenas $4,3 de cada $100 que pagó el consumidor por ese producto.

En general, las diferencias se deben a un conjunto de comportamientos. Por un lado, los especulativos, adoptados por diferentes actores de la cadena de valor que abusan de su posición dominante en el mercado –básicamente, los hipermercados, los galpones de empaque y cámaras de frío–.

Por el otro, factores tales como la estacionalidad, que afecta a determinados productos en algunas épocas del año, las adversidades agroclimáticas, y los costos de almacenamiento/acopio y transporte, entre otros.