Por Federico Morel

Hace mucho tiempo que los trabajadores del sector de venta de diarios vienen sufriendo embates en su estructura económica los cuales, algunos, son difíciles de sobrellevar por más ganas y buena voluntad que se invierta.

Es que son varios los factores que hicieron que este oficio vaya perdiendo la intensidad y la dinámica de ventas que poseían, por ejemplo, hasta que los sistemas de información se posicionaron en internet, llevándose a la mayoría de los lectores hacia el mundo digital.

Sumado a esta cuestión, los tarifazos como políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri, incentivaron el declive en las ventas de la prensa escrita, por lo que el sector se vio severamente golpeado.

La llegada de la pandemia del covid-19 devastó el escenario comercial de los canillitas. «Cuando comenzó la cuarentena allá por el 20 de marzo, los primeros días fueron atroces. Cuando se liberó un poco el circuito comenzamos a vender pero ya te digo, la venta en general es baja», expresó el vendedor Nelson Radicic.

El canillita de Córdoba y España explica que «en los últimos cinco años las ventas de revistas fueron sostenidas por las colecciones que han salido, principalmente, las de libros, cómics y autos. Eso nos ha ayudado en la venta. En general la de las revistas ‘cholulas’ como Caras, Gente, etcétera, se cayó».

Radicic sostiene que para poder vender es necesario «estar arriba del cliente» a través de las herramientas tecnológicas de comunicación como «WhatsApp, hacemos publicaciones de las novedades diarias, hicimos un Instagram con mi hijo. Todo eso ayuda. Después tenemos clientes que son cautivos que buscan revistas específicas».

Para el vendedor de diarios, se hace difícil el negocio ya que «tenes que sostenerte en lo tuyo y es difícil, por el sistema de pago que tenés con los distribuidores y después los gastos particulares, como el alquiler».

El ejercicio de superación ante la crisis

En diálogo con Conclusión, el secretario general del gremios de los Canillitas, Carlos Martínez, mencionó la relevancia de una «actividad tradicional que tiene un inmenso historial, no solo gremial sino también, formando parte de la comunidad en general. Ocupamos un sitio de preferencia por la proximidad de confianza con el resto de la comunidad».

Martínez explicó que a pesar de pertenecer a una actividad que «en el pasado fue gloriosa», hoy se ven luchando día a día contra el avance de la tecnología y las malas políticas económicas, pero «ahora con la cuarentena, a raíz de la pandemia, no sabemos cómo va a terminar».

«Cuando se produce una crisis económica somos la primer actividad en caer, porque la gente el primer recorte en su economía la empieza con los diarios, la revista, pero también cuando la situación mejora hemos sido los primeros en levantarnos. Ojalá que en esta oportunidad se repita», agregó el referente sindical de los Canillitas.

Y añadió un punto estratégico a tener en cuenta en la realización de los diarios: «Es clave que los diarios y las gráficas mejoren la calidad del producto, la gente lo valora mucho, hay muchas personas que leen los diarios de principio a fin y encuentran los errores, a veces lo manifiestan en la carta a los lectores, a veces no dicen nada, pero afecta».

Por su parte, Gabriel Zacnún, secretario de prensa del gremio que representa a los canillitas, consideró que es visible la situación actual de las instituciones sindicales pero que por su parte se bancan «solos».

«De todas maneras el sindicato sigue marchando, la obra social que puede verse resentida en el ingreso, sigue bancando, acá no se deja de atender a nadie, y está todo ese tema en orden», aseguró el directivo.

El referente gremial del sindicato de Canillitas, Osvaldo Bunetta, optó por ser optimista en su declaración: «Nosotros tenemos que esperar que la economía se active, que podamos estar en la calle y que la gente no deje de leer, que no pierda esa costumbre. Tratar de reconvertir la venta y buscarle nuevas formas para que nosotros podamos sostenernos».