Por Aldo Battisacco – Enviado especial – Tras la represión que sufrieron los productores de la Unión de Trabajadores de la Tierra, en la Estación Constitución el viernes pasado, Franco Segesso dialogó con Conclusión y explicó que luego de ser informados que debían levantar la feria, le pidió al responsable del operativo «unos minutos para juntar todo, se dio vuelta y me tiro gas pimienta e la cara».

El referente de la organización que nuclea a más de 15 mil familias que producen la mayor parte de los alimentos que consume la población de Argentina explicó que les dieron una «espantosa paliza, pero por lo visto los policías tenían orden de no detener a nadie, solo sacudirnos, y vaciarnos porque se llevaron todo».

Consultado sobre si el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, está molesto porque el uso del espacio público los expone y los delata respecto de la ausencia de políticas para su sector, Franco señaló que «la excusa es que se ensucia, pero la realidad es que pretende el monopolio del espacio público, además cada verdurazo pone evidencia la situación de crisis, tanto para el productor agropecuario que produce los alimento pero también para los vecinos que no pueden acceder a los alimentos por vía del mercado convencional».

Franco Segesso

«El hecho de que las personas tengan que acceder a nuestros puestos, irrita al gobierno porque genera una foto de cuadras de cola desde muy temprano para hacerse de una cantidad de alimentos», dijo uno de los responsables de la UTT, al tiempo que destacó que «hace años que hacemos el verdurazo, reclamamos canales directos de comercialización porque al productor se le paga un 400 0 500% menos del precio que se vende al publico en lo que ellos denominan el ¨mercado tradicional».

Segesso, explicó que el problema se «agiganta por falta de acceso a la tierra», y aportó en cifras que «la tierra esta concentrada en Argentina, el 60% de la tierra esta controlada, y la agricultura familiar se tiene que arreglar con el 13% del área cultivable, en la UTT el 90% de las familias no tienen tierra propia».

Respecto de las condiciones de la familias que viven y explotan esos terrenos, manifestó que son difíciles porque «no se puede planificar la vida para el arraigo y en forma muy precaria, se nos prohíbe hacer casas de material y vivimos en casas de madera que a veces se prenden fuego».

En cuanto a la regularización de las condiciones de comercialización de los productos de quinta, Franco explicó que tenían un monotributo social, «y el gobierno decidió darlo de baja, porque supuestamente le ocasionaba un costo presupuestario, era solo 30 millones de pesos», en contraste los subsidios a las energéticas son millonarias.

En 2018 la UTT  presentó un proyecto en el Congreso de Ley de Acceso a la Tierra, sin embargo no fue priorizada en el temario para su tratamiento y «lejos esta de ser una reforma agraria», aclaró el trabajador «pedimos un Procrear Rural, es decir, créditos blandos para que podamos acceder a la tierra y sostener las quintas».

Y añadió: «Esta petición no es una especulación inmobiliaria, sino mejorar las condiciones de producción».

«El Congreso se abocó a tratar en 2018 la nueva ley de semillas, que excluye a la agricultura familiar, si avanzaron con la privatización de las semillas. Pedimos desarrollar un proyecto que atienda necesidades de una semilla criolla, para proteger los recursos genéticos e impulsar la agro ecología, pero no recibimos apoyo de nadie, lo hacemos a conciencia porque el uso de agrotóxicos afectó la salud de los trabajadores de UTT», argumentó.

Franco Segesso, adelantó que no dejaran de hacer verdurazos, «el trabajo es un derecho, y de los ciudadanos de alimentarse, el Estado no cumple con garantizar el acceso a los alimentos y ademas que sean sanos, saludables y frescos. Esto motiva que ante este cuadro, y luego de la represión el 27 de febrero se hará una masiva movilización a Plaza de Mayo y en las provincias también».

Al término de la charla, le preguntamos a Franco si la policía les devolvió la verduras, la respuesta fue: «se las robaron, 4 mil kilos perdidos, incluso esto puso en evidencia el hambre, hubo imágenes desgarradoras, hoy buscamos a esa abuela que juntaba berenjenas del suelo. La estamos buscando para darle de por vida lo que necesite para comer. No queremos ver mas estas cosas».