Por Andrea San Esteban

El ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, reconoció que las decisiones que se tomaron no impactaron en una mejora para las economías regionales: “Si dijéramos que está todo bien, estaríamos mintiendo”.

Conclusión dialogó con Horacio Pugnaloni, asesor de Agricultura Familiar del Ministerio de Agroindustria de la Nación, quien sostuvo que “las soluciones de fondo a las economías regionales no han llegado, siguen teniendo las problemáticas que han acarreado durante años. Recién ahora hubo una baja en las retenciones en las producciones de peras y manzanas, pero es un largo camino que hay que transitar, buscando apoyo externo para que se pueda agregarle valor a estas economías. Es lo que necesitan para poder salir a competir en el mercado interno o internacional”.

Pugnaloni profundiza que «esa ayuda que se espera aún no ha llegado en concreto a los productores y eso genera una situación desesperante, que viene de muchos años y se acentúa”.

Apertura de importaciones

La apertura de importaciones no juega a favor de los pequeños productores, «pues nosotros sabemos perfectamente que el ingreso de mercaderías de otros países siempre han sido discutidos y peleados por quienes venimos de la lucha gremial (NdR: Horacio Pugnaloni deviene de Federación Agraria Argentina) porque inciden en detrimento de lo que se quiere lograr, que es bajar el precio para el consumidor y no se logra de esta manera, solo que ahora está en camino de buscarle una solución de fondo que es la transformación de la materia prima y eso nos daría mayor competitividad”.

—¿Le parece que este modelo agroexportador a las pequeñas poblaciones y a los minifundistas los beneficia?

—Yo sé que se están haciendo redoblados esfuerzos para ayudar a los productores, aunque es difícil verlo en el primer año de esta gestión. Estamos buscando soluciones de fondo y no paliativos circunstanciales, ni coyunturales. Hay una gran cantidad de gente capaz trabajando en las soluciones de fondo, que no se han visto en otros gobiernos. En cuanto las brechas existentes entre el precio que cobra el productor y el que paga el consumidor son grandes diferencias, estoy recorriendo todas las ferias que puedo y veo que los productores hacen grandes esfuerzos por llevar sus productos a la boca de expendio para el consumidor, cuando eso no sucede la diferencia sigue siendo muy grande. La verdad es que es un esfuerzo muy grande para el productor. Tenemos que dejar de hablar de las ganas de solucionar y de la teoría de las posibilidades y pasar a los hechos.

—¿De aquella postal de los productores regalando fruta en Plaza de Mayo a este fin de año que balance se hace?

—Yo he visto regalar y tirar fruta en otros años, en el Valle de Río Negro y me parece que es muy mediático venir a Buenos Aires a hacerlo. Tenemos que sincerarnos un poco y decir, en algún momento nos equivocamos, porque ahora se están buscando soluciones.

—¿Esto es seguir esperando?

—Podría decirse así, o no poner palos en la rueda, hay algunos dirigentes que ponen trabas. No soy ajeno a la gravedad de la situación, como productor sé que hay gente que no puede esperar, pero me parece que estamos en un camino distinto y creo que hay un rumbo claro que es buscar soluciones definitivas.