En medio del tenso debate por los tarifazos, el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso) dio a conocer un estudio detallado sobre el impacto que el aumento de energía eléctrica tuvo en pequeños y grandes clientes de la EPE desde el año 2015 hasta la actualidad.

Del informe se desprende que entre marzo de 2015 y marzo de 2018 la factura de luz que tuvo que afrontar una industria de Rosario se incrementó en 461%, casi cinco veces. Si bien el salto más abrupto se dio entre 2015 y 2016 (+113%), los incrementos en la tarifa de luz continuaron en 2017 y 2018 con una suba del 80% y 46% respectivamente.

Por ejemplo, en marzo 2018 una industria debió desembolsar $ 187.052 más que en el mismo mes de 2015, para afrontar el pago de un insumo crítico para su producción como lo es la energía eléctrica. En tanto, los almacenes de barrio desde marzo de 2015 a marzo de 2018 afrontaron un aumento de 281% en la boleta de luz, es decir que hoy paga casi tres veces más que hace 3 años.

Asimismo, pone de manifiesto que el aumento en la tarifa de luz impacta más en los comercios que consumen menos energía que en los clientes de mayor consumo. La carga impositiva que abona un comercio y una industria en la factura de luz es de aproximadamente el 30% sobre el total. Del total impositivo, un 64% va a Nación a través del IVA y su percepción, el 3% va a la Provincia por la Ley de Energía Renovable y el Fondo de Electrificación Rural y el 33% restante va al Municipio (Alumbrado e inspección de medidores).

«La situación se está haciendo cada vez más compleja, cada vez es más difícil sostener las persianas levantadas porque el combo de lo que es alquileres, los tarifazos y la baja en venta que viene ya desde hace dos años sin parar», afirmó Fabio Acosta, titular de la Asociación Casco Histórico de Rosario.

«Nos damos cuenta de tres cosas: una que el año pasado los comerciantes se gastaron sus ahorros, porque la década pasada les fue muy bien, salvando los últimos años que empezó a bajar un poco la venta. La segunda, que el año pasado no hubo muchos cierres de comercios y movimiento de achique de locales porque utilizaron los ahorros. Y la última, es que este año tenemos comerciantes que se han endeudado y se viene la tercera etapa, que son los cierres», anticipó.

Por otra parte, añadió que «se mantiene sólido un sector importante de peatonal Córdoba, de Corrientes a Sarmiento, es donde están los locales más importantes y donde desembarcan capitales nacionales, que tienen respaldo importante de la central, entonces se ve siempre completo». Y añadió: «Por fuera de esos sitios, hay una alta rotación de comercios, sobre todo los pequeños comercios, hay cierre y apertura, cierre y apertura, y esto cada vez se va a ir agudizando».

«Esto no se trata de una predicción a futuro, es simplemente palpar la realidad. No vemos cómo los comerciantes aún se pueden sostener, son héroes los muchachos», completó.

«La tarifa impacta peor en los más chicos, en los que consumen menos luz, por ejemplo un maxi kiosco le llegan 17.000 pesos de luz, o sea que los comercios que se alejan del área micro céntrica la están sufriendo mucho. Algunos apagaron ya algunas heladeras, están buscando la manera de poder llevar adelante el comercio, porque el comerciante lo último que quiere es perder su único ingreso», ejemplificó Acosta.

Consultado por la posibilidad de que desde la Municipalidad y el Gobierno provincial revean la aplicación de las cargas tributarias, puso de relieve que «hay una doble imposición por lo menos en lo que tiene que ver con alumbrado público. Históricamente nadie se manifestó en contra porque se podía pagar, la luz era accesible, pero ahora vemos que hay una excedencia importante en el alumbrado público, la TGI y lo que está cobrando la boleta de la EPE. Ahí tenemos la primer contradicción».