La falta de precipitaciones y su consecuente sequía complican el escenario de cosecha. Tanto el trigo como la soja sufren un recorte en sus estimaciones y cierran el año peor de lo esperado.

Según el último relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario, la campaña triguera cerraría con apenas 11,5 millones de toneladas, lo que representa una caída del 50% respecto al ciclo previo. En tanto, la falta de humedad en el perfil del suelo sigue atrasando la siembra de soja que atraviesa su peor campaña en los últimos 20 años.

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En cuanto al cereal, desde la entidad rosarina detallan: “El volumen triguero cae 300.000 toneladas de noviembre a diciembre. Con un volumen estimado de 11,5 millones de toneladas, habrá exactamente un 50% menos de cosecha que hace un año atrás. Y con 23 quintales por hectárea (23,3 en noviembre) se confirma el rinde triguero más bajo desde el 2010”.

Con estos números, las mermas productivas en trigo podría tener un impacto sobre 0,6% del Producto Bruto Interno (PBI), al dejar de percibir por vía exportaciones US$ 4.000 millones, estimó la Universidad Nacional de San Martín (UNSM).

Desde el punto de vista fiscal, el descenso en la recaudación a valores de noviembre de 2022 sería de $43.000 millones sumados a los $80.460 millones por derechos de exportación (DEX), lo cual «tiene un importante impacto en las arcas públicas nacionales», como así también los casi $6.200 millones por Ingresos Brutos (IIBB) que perciben las provincias.

Cabe recordar que el trigo es el tercer cultivo en importancia, por detrás del maíz y la soja y, a la vez, es el segundo producto agrícola en importancia de volumen exportado, destacó la UNSM.