La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, anunció ayer una rebaja de impuestos provinciales del 15% en las tarifas de electricidad y de 6 por ciento en las de gas y agua para todos los usuarios de esos servicios que residen en la provincia de Buenos Aires.

La iniciativa generó un foco de polémicas y discusiones, por lo que Conclusión consultó sobre el tema al economista Esteban Guida, quien señaló que «la estructura impositiva que carga sobre los servicios públicos es diferente en cada provincia. Por eso lo que impulsó el presidente ahora resulta un problema interprovincial, porque les tiró la pelota a los gobernadores».

«En segundo término, creo que la actitud tiene que ver con el ajuste fiscal, porque sean impuestos nacionales o provinciales, lo que se está haciendo es achicar las posibilidades de gasto público», añadió el presidente de Pueblo del Sur.

«Y por último está el tema de la redistribución del ingreso, porque en ningún momento se está poniendo sobre la mesa la rentabilidad del sector privado; se da por descartado que las empresas proveedoras de energía tienen que cobrar el resultado de las tarifas sin los subsidios», dijo.

Guida sostuvo que «nos estamos salteando el debate de la energía, porque estamos yendo directamente a quien lo paga. No se discute cuánto cuesta la energía ni cuánto ganan las empresas concentradas; todo el costo lo pagan los consumidores y eso es lo que genera el malestar social».

«La provincia de Buenos Aires es una de las que más se está endeudando y más problemas fiscales tiene. Por su magnitud, es la que más aporta al déficit total nacional. Pero hay que tener en cuenta que es una preovincia beneficiada por la reforma tributaria y previsional», consideró.

El economista explicó que «la provincia de Buenos Aires está haciendo una concesión en las tarifas pero, al mismo tiempo, recibe ingresos por otra vía. Parece más una iniciativa política que económica, porque esa cifra no mueve la aguja. La ciudadanía perdió la dimensión en los porcentajes y la posibilidad de análisis».

«No sé cómo estarán sintiendose los gobernadores que en su momento le dieron apoyo al presidente con esta medida política, y ahora están recibiendo esta brasa caliente. El reajuste en las tarifas fue impopular, regresivo y que benefició a un sector minoritario en detrimento de las grandes mayorías. Por eso quieren descomprimir esta situación, pero se equivoca el foco de la discusión, por eso los arreglos serán de maquillaje y no de fondo», concluyó Guida.