El creciente impacto del alquiler en los ingresos de los inquilinos porteños ha generado en el último año un fuerte incremento de los casos de rescisión de contrato por razones económicas.

Los datos surgen de un informe de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad. El relevamiento realizado por el Programa de Atención a Inquilinos (PAI) de la Defensoría detalla la composición de los hogares porteños, sus niveles de ingresos y el porcentaje que deben destinar a afrontar los gastos asociados al alquiler de una vivienda.

La conclusión es que la mitad de los inquilinos se ven forzados a gastar más de un 50% de sus ingresos en ese ítem, lo que a mediano plazo torna insostenible la situación. “Con ingresos familiares inferiores a 27.000 pesos, es imposible vivir dignamente pagando alquileres de dos ambientes que superan los 14.000 pesos”, afirma Fernando Muñoz, coordinador del PAI.

De acuerdo a datos de la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad, que recoge el informe, un departamento de un ambiente tiene un precio promedio de $10.410, uno de dos ambientes vale $13.953 y uno de tres, $20.362.

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En tanto, el 30% de los porteños tiene ingresos menores a $ 15.000; y el 50% tiene ingresos menores a $ 20.000. Si el valor de la Canasta Básica Total (CBT) informada en febrero por el gobierno porteño – que define la línea de pobreza- fue de $ 9.943, y a ese monto se le agrega el alquiler promedio de un monoambiente ($ 10.410), un inquilino debería contar con ingresos superiores a $ 20.353, requisito que cumple menos de la mitad de la población ocupada.

De esta información surge que el 30% de las familias porteñas tiene ingresos menores a $21.000; y que el 50% tiene ingresos menores a $33.000.

En consecuencia, si a la CBT para un hogar compuesto por una pareja de 35 años, económicamente activos, propietarios de la vivienda y con dos hijos de 6 y 9 años, que en febrero fue de $26.858, se le suma el valor promedio del alquiler de un tres ambientes ($20.362), se obtiene, según el informe de la Defensoría, “que para superar la línea de la pobreza una familia inquilina con las mencionadas características necesita contar con ingresos superiores a $47.220. Un requisito que solo cumplen el 30% de las familias”.