Las continuas precipitaciones que comenzaron a fines de diciembre empezaron a encender alertas sobre la futura cosecha de soja. Hasta el momento siguen creciendo las superficies afectadas por el exceso de agua. En tanto, si no cesa la caída de agua indefectiblemente habrá una merma en los rendimientos y en consecuencia menores ingresos para el productor.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires señaló en su informe semanal un aumento de 6,8 puntos de las regiones húmedas, al pasar del 7% al 13,8% del total de la soja sembrada. Las pérdidas están afectando a sectores de La Pampa, centro de Buenos Aires, Entre Ríos, centro-norte de Santa Fe y regiones del NEA.

«Con las últimas lluvias se van sumando áreas a las que ya estaban afectadas muchas de ellas saturadas con lo cual podrían empezar a verse problemas», expresó jefe de estimaciones de la Bolsa, Esteban Copati,

La entidad porteña estimó una siembra de 17,9 millones de hectáreas. Si se sabe que hay 13,8% con problemas de humedad, esto quiere decir que están en riesgo 2,4 millones. En promedio el rendimiento ronda las 3,2 toneladas, por lo tanto están en juego ingresos por 7,6 millones de toneladas. A valores FOB representan futuras divisas por u$s2.600 millones.

En el mismo sentido, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) difundió ayer que por los «excesos hídricos», el 22% de la oleaginosa está de regular a mala, y advirtió que «están aún pendientes 40.000 hectáreas de soja de primera y 145.000 hectáreas de segunda, sin poder resembrarse».

Para entender la situación, detalló que «desde que comenzó la campaña de soja, la región núcleo recibió lluvias de entre 300 a más de 700 milímetros». La mala noticias es que «las lluvias se mantendrán durante la semana que comienza, especialmente en el centro norte del país», dijo José Luis Aiello, asesor en clima de la BCR.