La carrera entre las jubilaciones y la inflación se mantendría pareja para los primeros nueve meses del año, ya que el incremento de las primeras será del 36,2%, en tanto las proyecciones para los precios minoristas se ubican en un 36,1%.

Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) precisó que los haberes previsionales tendrán en el tercer trimestre una mejora del 3,5%, o bien de 3,8 puntos porcentuales, y de esa manera se recuperarán del retraso acumulado en el primer semestre.

Esa pérdida frente a la inflación se concentró en la primera de las actualizaciones dispuestas por la ley de Movilidad (la aplicada en marzo), que se compensó parcialmente con una mejora en el segundo ajuste de junio.

En el primer trimestre, la actualización de las jubilaciones y otros beneficios previsionales fue de 8,07%, en tanto la inflación fue del 12,9%, mientras que en el período abril-junio los incrementos fueron de 12,12% y 11%, respectivamente.

La entidad destacó que el 12,39% de actualización anunciado para septiembre «se encuentra por encima de las expectativas de inflación para el período julio-septiembre, comparable con el período alcanzado por la movilidad».

Al respecto, CEPA precisó que «la inflación estimada en el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central (REM) del período mencionado (julio a septiembre, considerando que la mejora compensa la inflación pasada) suma 8,6%, es decir, casi 4 puntos porcentuales menos que la movilidad».

«Estos guarismos implican una recuperación real de las jubilaciones, pensiones, AUH y demás para el trimestre de 3,5%», remarcó.

De esa forma, en el acumulado de los nueve meses las jubilaciones le ganarían por una décima a los precios si es que se cumple con la previsión del REM.

CEPA advirtió que aún es «prematuro» pronosticar qué ocurrirá con la cuarta y última actualización trimestral del año que se aplicará en diciembre.

No obstante, adelantó que «se estima que la fórmula para la actualización de diciembre también podría tener un muy buen desempeño, considerando que la reapertura salarial afectaría positivamente sobre los indicadores de salario y la reactivación hacer lo propio sobre el indicador de recaudación», las dos variables que se tienen en cuenta en la ley de Movilidad.

Por otra parte, el centro de estudios recordó que, además de las actualizaciones, hubo dos bonos de $1.500 en abril y mayo y otro de $5.000 en agosto para las franjas de menores ingresos jubilatorios.

Desde principios de 2019, en el tramo final de la Presidencia de Mauricio Macri, hasta el presente, la jubilación mínima «se mantiene relativamente estable, con los saltos relacionados con el impacto de los bonos respectivos», indicó CEPA, que resaltó que «no se recuperan aún los valores perdidos durante los 4 años de gestión de Cambiemos, pero las jubilaciones no pierden contra la inflación.

Asimismo, sostuvo que «si se comparan los índices de movilidad con la fórmula anterior y los resultantes de la aplicación de la ley actual, se observa un mejor desempeño de la reciente norma», un argumento que ya había destacado la ANSeS.

Al respecto, indicó que en caso de haberse mantenido la fórmula votada a finales de 2017 (70% inflación 70% y 30% salarios), la actualización de las jubilaciones en los primeros nueve meses hubiese sido de 33,6%, en vez del 36,2% de la ley vigente. .

«Adicionalmente, en la estimación para todo el 2021, la fórmula anterior alcanzaría 45%, mientras que la actual se encontrará cerca de 50%», finalizó.