La industria de Entre Ríos siente los efectos de la crisis económica que padece el país y que atraviesa transversalmente a todas las actividades. Megadevaluación, un mercado interno deprimido y el acceso casi imposible al crédito por las tasas de interés altas han promovido desde medidas de emergencia, como suspensiones, hasta determinaciones drásticas, como la paralización de la producción y despidos.

La Unión Industrial de Entre Ríos –UIER- dio a conocer que unos mil empleos formales del sector se habían perdido en 2018, una baja del 3,5%, en el marco de unos 60 mil despidos a nivel nacional. A su vez datos de la Secretaría de Trabajo de la provincia, a los cuales tuvo acceso El Destape, muestran que entre Paraná, Concordia y Gualeguaychú –las tres principales localidades en materia industrial de la provincia- fueron echados el último años 717 trabajadores: 312, 217 y 188 respectivamente. A ellos se le suman, con menos incidencia, las cesantías registradas en Federación -73-, Diamante -34-, Colón -31- y Gualeguay -20-.

«Hay un claro parate del mercado interno, en una recesión que ya lleva varios meses. La variación del tipo de cambio genera incertidumbre, porque la divisa sube y baja de modo descontrolado. Y la medida de freno es subir la tasa, que hacen que se imposibilite el acceso al crédito. No se ve una salida clara a este tipo de modelo», señaló a El Destape, Leandro Garciandia, titular de la UIER. El dirigente expresó, además: «Más allá de que se controle el dólar, ya se produjo el efecto de que incremente la inflación y no se reactive el mercado interno».
Garciandia aclaró que la suba de tasas afecta el acceso al crédito en todos los sentidos: «No solo si le pedís plata al banco. Sino que cuando uno vende un producto y financia a 90 días se descapitaliza. A su vez la rentabilidad se achica por el crecimiento de los costos, con lo cual tenés u problema de caja muy serio».

El presidente de la UIER aclaró que no hay industrias entrerrianas que hayan desaparecido, pero que la actualidad es negativa en general: «Toda la industria la está pasando mal y si no se vislumbra una solución al corto plazo los problemas tenderán a agravarse».

La metalúrgica Longvie, dedicada a la fabricación de artefactos de gas y lavarropas, es una buena demostración de cómo el modelo de Cambiemos destruye el capital nacional. En octubre de 2018 despidió a 26 trabajadores de su planta del Parque Industrial de Paraná, una de las tres que tiene en el país. En diciembre directamente paralizó la producción y en enero de este año, al no poder pagar su deuda -unos 377 millones de pesos-, convocó a acreedores.

El motivo principal es el mismo que afecta a miles de empresas más: no pueden competir con los productos importados, muchos de los cuales volvieron a ingresar con la política económica de la actual gestión nacional. A eso se le suman los gastos derivados de los tarifazos, un mercado interno deprimido -el 95% de su producción iba a parar allí- y tasas de interés inalcanzables.

La deuda de la empresa deriva de dos balances anuales -2017 y 2018- cerrados en rojo. Eso encendió la alarma de la calificadora de riesgo Fix, que le asignó perspectiva negativa a mitad del año pasado.

«En febrero y marzo se habían pautado suspensiones de una semana, pero justo entró un pedido y pudimos salir adelante» explicó a El Destape, Omar Migoni, tesorero de la delegación entrerriana de la Unión Obrera Metalúrgica -UOM- y empleado de Longvie, actualmente con licencia gremial. El dirigente señaló asimismo: «Eso, si bien nos da una luz de esperanza, no significa nada. Esto es día a día».

El sindicalista sostuvo, en ese sentido: «Esto es por marzo, en abril ya no se sabe. El panorama, si bien se han detenido los despidos, es muy negativo. No se puede proyectar nada. Se trabaja con lo que hay».

Por su lado Imperial Cord, histórica empresa de Gualeguaychú, anunció a mediados de enero de este año una paralización absoluta de su producción. Si bien estuvo en los papeles cerrar, finalmente los dueños se inclinaron por sostener la firma con personal mínimo, apostando ya no a 2019, sino que a 2020 sea un buen año. En el medio echaron a casi 70 empleados. Los que quedan, unos 39, se irían con retiros voluntarios.

La fábrica de neumáticos viene padeciendo las adversidades del contexto macroeconómico del país desde hace varios meses, lo cual trajo aparejado caída en los niveles de producción y derrumbe de ventas. Los problemas comenzaron principalmente con la oleada de productos importados, que dificultaron la competencia en igualdad de condiciones, y se profundizó con la crisis económica y financiera de la Argentina.