El gobierno de Santa Fe ya recibió por parte de la Empresa Provincial de la Energía un pedido de aumento, elevado esta semana, para aumentar la tarifa en un 26,7% en 2019.

La solicitud de la empresa responde a la necesidad de cubrir costos propios, de distribución, por lo que el incremento se da independientemente de la evolución del precio mayorista de la energía eléctrica, definido por el Ejecutivo nacional.

La propuesta fue enviada a la Secretaría de Energía santafesina, que deberá convocar a una audiencia pública en la que se analizarán las alternativas.

En principio, el aumento sería desdoblado: una primera etapa, que regiría desde el 1 enero de 2019, con una suba general del 21,3%; y una segunda etapa, a partir del 1 de marzo de 2019, con un incremento del 5,4%.

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En promedio, según detalla la empresa provincial y dependiendo del tipo de usuarios, los aumentos considerados son:

usuarios residenciales: 18,8 por ciento promedio en enero y 8,6 por ciento promedio en marzo. Según el ejemplo oficial, un usuario residencial con un consumo típico de 400 Khw tendría una variación entre noviembre de 2018 y marzo de 2019 de $ 230,5 mensuales.

usuario comercial: 21,6 por ciento en enero y 12,1 por ciento en marzo.

usuario industrial: 29,1 por ciento en enero y 12,1 por ciento en marzo, respectivamente.

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La secretaria de Energía de Santa Fe, Verónica Geese, informó días atrás que el gobierno provincial presupuestará 1.400 millones de pesos en 2019 a fin de sostener durante todo el año la tarifa social propia, que alcanza a 170 mil usuarios de la EPE, y la tarifa social nacional, que llega a 180 mil, durante el primer bimestre del año, que es el de mayor consumo.

En el orden provincial, esto se suma al pedido de la operadora del servicio de agua potable, Assa, que ya informó a la Casa Gris sobre la necesidad de aumentar un 60%. En tiempos de caída del poder adquisitivo y, en efecto, el consumo, también se esperan aumentos de servicios e impuestos dispuestos desde el orden nacional.