En medio de una suba de precios generalizada que golpea a todos los segmentos de la economía, el de la carne es uno de los que más aumentó durante 2018 y la tendencia continúa en el inicio de este año, al punto que el presidente del Banco Central (BCRA), Guido Sandleris, el encargado de las políticas que apuntan a contener la inflación, señaló al aumento del valor de la carne como uno de las causas principales de la escalada inflacionaria.

En el lapso que lleva transcurrido el 2019, la carne se elevó cerca de un 25%, muy por encima de la inflación general, ya de por sí alta (7%), algo que venían divirtiendo sectores de la cadena de producción cárnica, ya que como sucede en otros rubros, esos precios siguen atrasados y pueden esperarse nuevos aumentos en el futuro cercano.

La pérdida del poder adquisitivo de los salarios y el deterioro socioeconómico produjeron ese “retraso” en el traslado a precios en los diferentes segmentos de la cadena, por lo que aún no impactaron en su totalidad en el precio final.

> Te puede interesar: La UIA también pide un “acuerdo de precios” y crece la alarma inflacionaria

Por lo tanto, el pasaje a precios minoristas fue de menos de la mitad, para hacer frente a la disminución del consumo de carne de las familias durante el año pasado, el cual se profundizó con las subas de estos dos meses.

Según el último Informe Económico Mensual de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), en febrero de 2019 la faena total se ubicó en 970 mil cabezas , según nuestras estimaciones (provisorias).

En la comparación mensual el nivel de actividad resultó 13,5% inferior (menor cantidad de días) y en la comparación interanual se observó una baja de 4,5%. En términos absolutos, las cifras provisorias indican que la faena se retrajo en 46,0 mil cabezas.

Además, desde Ciccra refirieron una encuesta de la Cámara de engordadores a corral, según la cual el 75% de los empresarios se opone a liberar o bajar el peso de faena de las hembras, una medida recientemente adopatada por la Secretaría de Agroindustria de la Nación modifica el peso mínimo de faena de animales bovinos hembras, fijándolo en 140kg (peso de res con hueso).

> Te puede interesar: Los precios mayoristas subieron 3,4% en febrero

Desde la Secretaría que conduce Luis Miguel Etchevere aducen que, por la particularidad de las hembras que tardan más tiempo que los machos en convertir el alimento en músculo, la baja del kilaje permite vender los animales en menor tiempo, mejorando la rentabilidad del ganadero.

“Con el rumbo de políticas que está adoptando Agroindustria, la pretensión del presidente Macri de que Argentina se convierta en el ‘supermercado del mundo’ se va a dar de bruces con una realidad insoslayable: menos hembras y cada vez más livianas equivalen a menos kilos de carne en el futuro. Son menos kilos para la industria y los consumidores argentinos y menos kilos de carne para abastecer la demanda exportadora. La hacienda y la carne no se pueden ‘fabricar’ de un día para
el otro”, señalaron desde Ciccra.