La empresa nacional de golosinas y algunos productos de primera necesidad Arcor, estrenó una nueva modalidad de ventas a través de una web personalizada, donde el consumidor compra golosinas por un monto mínimo y la empresa se lo envía a su domicilio, con el mismo costo que el de un supermercado.

La Cámara de Kiosqueros de Rosario se expresó en contra de este nuevo sistema de consumo, ya que los deja al margen tanto de las ventas como del consumo local.

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Consultado por Conclusión, el presidente de la Cámara de Kiosqueros rosarina, Marcos Di Filippo, se explayó sobre la incidencia que tiene en los comercios pequeños esta nueva forma de vender que adquirió la empresa nacional de golosinas, que no es de su exclusividad y conlleva una de las claves de las «innovaciones» en materia de consumo -virtual y digital- que muchos popes empresariales, a partir de la pandemia, buscan consolidar sin tener en cuenta la afectación sobre otros sectores.

«Lo que está planteando Arcor, es vender desde una plataforma web los mismos productos que nosotros comercializamos y les compramos a sus distribuidores directos en Rosario. Esto hace que no tengamos la posibilidad de venderles los productos a nuestros vecinos porque ellos desde una plataforma web pueden comprar a un precio más bajo del que comercializamos nosotros».

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Agregó que «Arcor desde el liderazgo que tiene en el rubro golosinas, está ocasionando junto a la pandemia y la caída de las ventas que muchos colegas cierren sus comercios«.

En época de cuarentena, a los kiosqueros resulto muy difícil mantener abierto los negocios. En relación a eso, Di Filippo explicó que «hoy en día el kiosco, el que no se ha podido reestructurar agregando otro rubro, solo está vendiendo golosinas y bebidas, y que la empresa más importante del rubro a nivel nacional haga esto, ayuda a que los kiosqueros nos fundamos».

«La caída de las ventas ha sido de un 75 a un 80% durante la cuarentena. Sumado a esto, la empresa nos ha aumentado esta semana los precios de las listas de golosinas como los producto de almacén que comercializa», añadió el comerciante.

Desde la Cámara exigen que «consideren al kiosco ser participe de esto, y también a los proveedores que trabajan en su empresa que, no lo pueden decir abiertamente, pero que los afecta económicamente».

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Di Filippo contó que «una de las principales marcas de gaseosas a nivel mundial, está trabajando de la misma forma, pero está teniendo en consideración a los pequeños comercios. El que quiere puede aceptarlo y el que no quiere no, y no se pierde la venta de ese vecino que pide por aplicación web y lo retira en nuestros comercios», a diferencia de lo que está haciendo Arcor, por lo cual piden poder sentarse « y buscar lo que sea beneficioso para ambas partes».

Y concluyó: «Después de cuatro años donde los kioscos tuvieron una caída en las ventas importante, han cerrado más de 30 mil kioscos a nivel nacional y más de 1.200 a nivel local, y ahora vemos que esta acción de la empresa va a hacer que los colegas cierren y le den lugar a los grandes supermercados que comercializan los productos a menor precio».