Un total de US$ 5.385 millones correspondientes al quinto desembolso del préstamo stand-by del FMI fueron recibidos hoy por el Tesoro argentino, a través de una cuenta en el Banco Central.

Así lo informaron fuentes de la autoridad monetaria, al sostener que ese desembolso se verá reflejado en las reservas.

Con este ingreso de fondos, el FMI ya otorgó casi el 80% de los alrededor de 56.000 millones de dólares habilitados por el organismo multilateral.

El organismo envió unos US$ 44.100 millones desde que se implementó el programa stand-by el año pasado, un 78% del total de los desembolsos previstos.

Otros US$ 5.400 millones llegarán al Tesoro antes de las elecciones generales de octubre.

Analistas de mercado esperan que esto ayudará al Gobierno a transitar con tranquilidad financiera el proceso electoral.

En septiembre, poco antes de las elecciones presidenciales, llegaría otro tramo de 5.400 millones y sólo quedarían pequeños desembolsos de 1.000 millones trimestrales hasta 2021.

Si bien viene brindado un fuerte respaldo a la Argentina, el FMI recortó el lunes la perspectiva de crecimiento del país para los próximos dos años y subió la estimación de inflación.

El FMI espera que la inflación termine el año en alrededor del 40% (muy por encima del pronóstico del 30,5% en el momento de la tercera revisión).

Responsabiliza por esta suba en el pronóstico al aumento de los salarios nominales y un aumento significativo en las expectativas de inflación.

El INDEC indicó este martes que los precios minoristas continuaron en proceso de desaceleración en junio, con un alza del 2,7%, mientras acumulan 22,4% en el primer semestre y 55,8% en los últimos 12 meses.

La inflación cumplió su tercer mes consecutivo de desaceleración desde el máximo del año (4,8% en marzo último) y 13 meses continuos de subas mensuales por encima del 2%, desde mayo del 2018, cuando llegó al 1,9%.

El FMI advierte que, dado que la inflación es más persistente, las tasas de interés reales deberán permanecer más altas durante más tiempo, afectando la demanda interna y las importaciones, lo que resultará en una revisión a la baja del crecimiento en 2020.

Hasta ahora el Fondo estimaba que la Argentina crecería 2,2% el año próximo, mientras que revisó esa proyección a la mitad, sólo el 1,1%.

A favor de la Argentina, el organismo flexibilizó la meta fiscal dando oxígeno para que el país pueda seguir recibiendo auxilio financiero sin necesidad de alcanzar el déficit cero este año.

El documento del Fondo advierte que el «principal riesgo sigue siendo un cambio prolongado en preferencias de la cartera fuera de los activos argentinos, como resultado de crecientes incertidumbres sobre el futuro panorama político».