El ministro de Economía, Martín Guzmán, reiteró hoy su apoyo a la iniciativa del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial de suspender los pagos de la deuda de los países más pobres, a fin de que esos recursos puedan ser redirigidos al combate de la pandemia del coronavirus y a atacar los efectos económicos de las medidas sanitarias.

Durante la reunión plenaria del Comité Monetario y Financiero Internacional del FMI, en la que participó vía videoconferencia, Guzmán sostuvo que el mundo está «atravesando una crisis de enorme magnitud, la más severa desde la Gran Depresión de 1930».

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El ministro explicó que la Argentina se encuentra «en estricta cuarentena», y dijo que en el país «se han tomado medidas decisivas y tempranas en base a los siguientes principios: proteger a los más vulnerables, al capital de trabajo, al conocimiento».

«Se han adoptado medidas de transferencias a los sectores vulnerables, subsidios a los salarios y al desempleo», enumeró Guzmán, y agregó que «estas medidas tempranas, decisivas, se irán adaptando a medida que la situación vaya evolucionando».

Asimismo, el ministro retomó el planteo que llevó ayer a la reunión extraordinaria de ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G20: «La crisis afecta de manera desigual a los países, algunos tienen menos espacio para hacer frente al shock. Argentina enfrenta importantes restricciones, sin acceso al crédito. Por eso damos bienvenida a la iniciativa del FMI y Banco Mundial de condonar la deuda a los países más pobres», señaló.

El titular del Palacio de Hacienda pidió «tener en cuenta que la sustentabilidad de deuda será crítica para la recuperación económica de los países afectados. Por ello los esfuerzos en este sentido tienen que ser exhaustivos e incluir al sector privado».

El ministro sostuvo que desde la Argentina «apoya las acciones y el liderazgo de Kristalina Georgieva en medio de esta crisis y felicitamos al Fondo por preservar en su agenda de trabajo el tema de resolución de deuda».

«La crisis no respeta fronteras y se propaga tan rápido como el COVID. Tenemos que aprender los unos de los otros. Necesitamos flexibilidad para adaptarnos a medida que la crisis evoluciona», concluyó.