El juez de Nueva York Thomas Griesa ordenó hoy a la Argentina pagarle a los acreedores denominados «me too», que se sumaron a la demanda de fondos buitre, y habilitó la posibilidad de hacerlo «en cuotas».

De acuerdo con el fallo del magistrado, la deuda argentina aumentaría hasta alrededor de 8.000 millones de dólares, tras avalar 49 de las 51 demandas.

Así lo decidió tras la audiencia del miércoles, con abogados que defienden a la Argentina y representantes de los acreedores, para definir la situación de los tenedores de bonos en default que no hicieron juicio.

En esa ocasión, Griesa no había tomado una decisión, sino que se había limitado a escuchar los argumentos expuestos por las partes.

Durante esa reunión, el abogado del fondo NML Capital, Robert Cohen, había argumentado: «Todos los demandantes tienen los mismos bonos con los mismos derechos y la cláusula de pari passu», con referencia al tratamiento equitativo reconocido por Griesa y según el cual Argentina debe pagar a los fondos buitre cada vez que lo haga a los tenedores de bonos de deuda reestructurada.