Este jueves se concretó una nueva reunión entre el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y los principales dirigentes de la Confederación General del Trabajo (CGT) en la sede Azopardo de la central sindical en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En dicha cumbre, se fungió un acuerdo en el que ambas partes se comprometieron a avanzar en retoques a la legislación laboral, aunque “sin tener a Brasil como un espejo”, aseguró el ministro.

Uno de los puntos centrales del entendimiento fue la elaboración en el futuro cercano de un proyecto de ley de blanqueo laboral con condonación de deuda para los empleadores informales, diferencia que sería cubierta por el Estado. La consigna será “informalidad cero”.

La reunión se dio el mismo día en que se difundieron los datos de informalidad laboral del segundo trimestre, que alcanzó el 33,7% y, aunque levemente, creció el último año pese a la tenue recuperación económica y los “brotes verdes”.

El nivel de empleo en general y el trabajo en negro en particular es uno de los principales problemas que tiene la administración Macri y una dificultad histórica del mercado laboral argentino, en el que cuesta bajar los niveles de informalidad existentes.

En la visión del gobierno, expresada por funcionarios y el mismo presidente, el problema radicaría, en parte, en el “elevado costo laboral” en el país, que supera el de sus pares regionales. Las cargas sociales son mencionadas como uno de los nudos principales de esa cuestión.

La reunión de este jueves en la CGT transcurrió en buenos términos, según consignan los presentes, y se acordó que toda reforma laboral (considerable o pequeña), a pesar de que se evitó utilizar el término, será “por consenso”.

Las definiciones de Triaca

Al salir de la reunión el ministro Triaca, señaló que en la reunión se analizaron «los variados y múltiples temas que preocupan al Ejecutivo y al mundo laboral» y entre ellos mencionó el plan de blanqueo de los trabajadores y los riesgos de trabajo y la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnología de Salud.

El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, aseguró hoy, en un encuentro con la CGT, que «la reforma laboral brasileña no es un espejo para la Argentina» y negó que exista en curso un proyecto para cambios previsionales.

«Si bien hay muchos temas que trabajar en agenda, se avanzará entendiendo que a partir del consenso se generan políticas duraderas», consideró el funcionario.

La controvertida ley de reforma laboral en Brasil aprobada en julio flexibiliza formas de contratación, modifica los esquemas de despidos, privilegia negociaciones por empresas por sobre las colectivas y recorta licencias.

Además, se introdujeron modificaciones en las jornadas laborales, que pueden llegar hasta las 12 horas (acompañadas con otras 36 horas de descanso) y con un límite de 44 horas por semana.

Tras el encuentro, que se desarrolló en la sede central de la CGT, ubicada en Azopardo al 800, Triaca manifestó su esperanza de incorporar al debate laboral al sector «empresario y a las provincias».

Por otra parte, dijo que «no se abordó» durante la reunión con la central obrera la posibilidad de un paro sindical y sostuvo que «dada la posibilidad de dialogar y construir acuerdos, una medida de fuerza no está en debate«.