La situación de los gimnasios en Rosario resulta apremiante, debido a que el cierre de los mismos comenzó días previos a que se decrete la cuarentena social y obligatoria, por lo que llevan dos meses con los espacios cerrados.
La Cámara de Gimnasios de Rosario, legalizada días atrás como ente que nuclea a los casi 200 centros de entrenamientos en la ciudad, posee un caudal de alrededor de 4.000 trabajadores que dependen de la actividad.
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La situación de pandemia y confinamiento los ha puesto en una nueva coyuntura, en cuanto a la modalidad en que se dictan clases de gimnasia y entrenamiento muscular, por lo cual muchos profesionales del rubro optaron por las clases virtuales, algo que no es una opción abarcativa a todo el sector. Aunque algunos sostienen que es la manera que mejor se adaptaría a este contexto.
Ciertos gimnasios optaron por el alquiler de los aparatos y accesorios para el entrenamiento, por no contar con las herramientas tecnológicas necesarias para ofrecer este servicio.
A partir de esta semana, todo el país a excepción del área metropolitana de Buenos Aires (Amba), entró en la fase 4 del aislamiento, que implica una «reapertura progresiva», con la circulación del 75% de la población.
En esta etapa, según dijo el presidente Alberto Fernández, la responsabilidad recae en los mandatarios locales en cuanto al nivel de flexibilización que permiten en los territorios que gobiernan, naturalmente acorde a la evolución de los contagios.
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En Rosario -sin casos nuevos de coronavirus hace 19 días- son varios los rubros que fueron retomando la actividad, y si bien una economía no se enciende tan fácilmente como se apaga (especialmente una que ya era recesiva), los comerciantes reconocen que era inviable para sus negocios continuar cerrados.
Entrevistado por Conclusión, el vicepresidente de la Cámara de Gimnasios de Rosario, Guillermo Tomatis, reconoció que muchos en su sector están «al borde de la quiebra».
Puntualmente sobre la realidad del sector, el vicepresidente de la Cámara, dijo que «los gimnasios estamos padeciendo una situación crítica. Hace casi dos meses que estamos cerrados, incluso antes de que la cuarentena fuera obligatoria. Las casi 200 empresas que estamos en Rosario, vivimos una situación muy difícil».
Añadió que algunos subsisten «a duras penas y otros están en una situación terminal. Tenemos poca perspectiva de una próxima apertura y, lamentablemente, un gran porcentaje de estas empresas están al borde de la quiebra».
Desde la Cámara de Gimnasios de Rosario, explican que esta situación de la pandemia es compleja y que, desde la entidad, «entendemos la temática y la emergencia», pero también «creemos que la economía de nuestro negocio es fundamental. Nosotros dependemos y vivimos de esto. Hay aproximadamente 4.000 puestos laborales que dependen de la apertura de nuestros negocios».
Sobre su caso particular, Tomatis contó que «desde mis dos unidades tuvimos la posibilidad de trabajar en modo virtual, lo que nos permitió seguir con vida, pagar los sueldos, pero seguimos acumulando deudas de lo que es servicios, impuestos y los gastos corrientes que seguimos pagando».
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Sobre como vislumbra el desenlace de esta situación, el entrenador y dueño de gimnasio, expresó: «Vamos a tener una realidad muy distinta de lo que era nuestro sector hasta el 15 de marzo. Vamos a tener que cambiar muchas cosas. Ahora estamos trabajando junto a la Municipalidad en un protocolo de reapertura para cuando las autoridades nos lo permitan y en ese protocolo la realidad de nuestro trabajo va a ser muy distinta a lo que era. Seguramente, vamos a tener que adecuarnos en cuanto a cantidad de gente, a horarios, turnos«.
«Nosotros estamos convencidos que somos agentes de salud. La población necesita actividad física, ya que es fundamental para el bienestar de las personas y es indispensable que la población vuelva a la actividad. Que se vuelva a hacer en forma virtual es un paliativo, pero la gente necesita volver a entrenar, volver a su lugar de entrenamiento, a sus gimnasios y es algo que nos están pidiendo a gritos. Nosotros creemos que tenemos las condiciones para dar la seguridad y que la gente pueda volver tranquila a nuestros lugares», concluyó Tomatis.
