El presidente y CEO de YPF, Miguel Galuccio, dijo hoy que si las cláusulas secretas del contrato con Chevron se conocen, la petrolera estatal «perderá competitividad» porque puede llegar a cambiar la relación con los socios actuales y futuros.

«El contrato incluye elementos técnicos y comerciales de YPF, en los cuales la compañía interpreta cómo agregar valor al lugar por desarrollar. Si esa información se hace pública, YPF pierde competitividad, puede llegar a cambiar la relación con nuestros socios actuales o futuros, o el apetito que otras compañías puedan tener de asociarse con nosotros«, sostuvo Galuccio.

En cumplimiento de una decisión judicial, YPF entregó el 23 de febrero pasado a la Justicia una copia del contrato suscripto con Chevron para el desarrollo del yacimiento Loma Campana, en la provincia del Neuquén, pero reclamó que no se divulgue «información confidencial» sobre esa operatoria.

La petrolera recordó que al momento de la firma del contrato con Chevron, el 16 de julio de 2013, consideraba que no estaba alcanzada por el decreto 1172/2003 que reglamenta el «acceso a la información pública», posición que había sido refrendada en sede judicial tanto en primera instancia como en segunda instancia.

La decisión de incluir a YPF dentro de este decreto fue adoptada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el 10 de noviembre de 2015 tras una presentación del entonces senador nacional Rubén Giustiniani.

Ahora, Galuccio interpreta que el fallo de la Corte Suprema habla de empresas que reciben subsidio o explotan concesiones del Estado, lo que podría poner en la misma situación a toda la industria.

Al dar su «visión ingenieril», el presidente de YPF señaló en declaraciones al diario La Nación que la estadounidense Chevron esuna empresa de primer nivel mundial, que decidió invertir cerca de 2500 millones de dólares en Vaca Muerta.

«(Chevron) se ha comportado como un socio excepcional, y firmamos el contrato como dos compañías listadas y regidas, en nuestro caso, por la ley de sociedades comerciales. Firmamos un contrato privado, que tiene una cláusula de confidencialidad, que en el caso de Chevron es la estándar, la de cualquier contrato», apuntó Galuccio.

Y explicó que la petrolera estatal convocó a Giustiniani para explicarle el contrato porque no es público, pero él decidió ir a la Justicia y los jueces fallaron a favor de la empresa en primera y segunda instancia, aunque la Corte determinó que ese contrato puede estar alcanzado por la ley de acceso a la información pública.

«Aunque no lo compartimos, por supuesto acatamos el fallo. También hemos remitido un escrito diciendo que la propia ley admite algunas excepciones, para cuestiones técnicas, y que incluyen secretos comerciales y financieros», sostuvo el ingeniero.

La relación con Aranguren

Al ser consultado sobre cómo es su convivencia con el actual ministro de Energía, Juan José Aranguren, Galuccio respondió que tiene «una relación profesional con Juanjo» y cree «que la relación tiene que pasar por los resultados».

«YPF cotiza en la Bolsa de Nueva York, y tiene como dueño al Estado nacional y también a un montón de accionistas. El organismo que dirige YPF es su directorio y su management», sostuvo el presidente de la petrolera nacional.

Y sobre si coinciden en la visión sobre lo que debe ser YPF con Aranguren, Galuccio dijo que la visión de la petrolera «no ha sido rediscutida. YPF es una herramienta clave para el desarrollo del país y ésa es mi visión. No sé qué visión tiene Aranguren».