El fundador y ex presidente de Greenpeace, Patrick Moore, quien ha repudiado por completo a ese grupo ecologista por “su ideología antihumana”, atacó los denominados “planes verdes” del presidente argentino, Mauricio Macri, cuyo gobierno “quiere sustituir la energía hidroeléctrica y nuclear con energía eólica y solar”.
En un artículo publicado en el portal electrónico de Oetec, un grupo de peritos dedicado a la energía, la infraestructura y el desarrollo tecnológico, Moore denuncia a la organización argentina afiliada a Greenpeace, Fundación Ambiental y de Recursos Naturales (FARN).
Carta a Bergman
Y lo hace por una carta que esa entidad envió al ministro de Medio Ambiente, Sergio Bergman, para “exigir que detenga” la construcción del gran proyecto hidroeléctrico Néstor Kirchner-Jorge Cepernic, financiado por China en la provincia de Santa Cruz, así como la planta de carbón de Río Turbio.
“Macri ha dejado en claro –dice Moore- que coincide con el modelo de despoblación británico que promueve Greenpeace. A pesar del enorme potencial hidroeléctrico de Argentina –agrega-, Greenpeace quiere sustituirlo con energía eólica y solar. La oposición a la energía hidroeléctrica es una de las posiciones más irracionales o, mejor dicho, estúpidas que ha tomado Greenpeace”, enfatiza el fundador de esa organización.
“No les importa la gente”
Pone de relieve, además, que “a Greenpeace le importan muy poco los seres humanos que perderían sus trabajos y su sostenimiento si se cancelan esos proyectos”, y que «si les diéramos credibilidad (a Greenpeace), cerrarían el 98% de la energía mundial que se abastece por combustibles fósiles, o de energía hidroeléctrica y nuclear. La energía hidroeléctrica y la nuclear son las únicas dos tecnologías que pueden sustituir eficientemente a los combustibles fósiles”, subraya Moore.
Concluye Moore que “la única manera de tratar con Greenpeace es enfrentarlos directamente. Los argentinos tienen una batalla difícil por delante si el presidente Macri coincide con esas ideas dementes. Mi esperanza es que salga adelante, y tenga la fortaleza para resistir a que lo arrastren a las dificultades financieras y la decadencia económica a las que llevan inevitablemente las políticas de Greenpeace”.
