El dato se conoció la semana que pasó y fue publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). De este modo, los precios de los bienes y servicios que necesita una familia para no ser considerada pobre subieron por encima de los valores generales de la economía que, según el mismo organismo, en el período se incrementaron un 47,6 por ciento.

El dato oficial de pobreza del segundo semestre de 2018 se conocerá recién el 28 de marzo cuando lo publique el Indec.

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Martín González Rozada, director de la Maestría en Econometría y de la de Economía Aplicada de la Universidad Torcuato Di Tella, publicó un adelanto que indica que el porcentaje de pobreza alcanzó en el mes de diciembre al 32% de los argentinos.

En ese caso, 12.893.773 personas se encontrarían en esa situación cuando, según el Indec, en el segundo semestre de 2017 el flagelo alcanzaba al 25,7% de la población equivalente a 10,35 millones de personas que vivían en el 17,9% de los hogares del país.

Según las estimaciones de González Rozada, son 2,54 millones los nuevos pobres que la política económica del gobierno ha generado durante el año 2018 y cuyos hogares no llegan a reunir los $25.943 que se necesitan para superar ese umbral. Según el especialista, «por ahora es una estimación, a mitad de febrero con los datos oficiales de CBT y los microdatos haré una nueva proyección que va a ser más precisa».

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El porcentaje es casi idéntico al 32,2% relativo al primer semestre de 2016 que fuera anunciado por el Indec el 28 de septiembre de ese año.

Los salarios aumentaron la mitad que la inflación

El índice de salarios, a octubre de este año (último dato disponible) indica que, en general, las remuneraciones se incrementaron en el período que va de enero a octubre un 21,58% cuando la Canasta Básica Total, en el mismo período, lo hizo en un 42,82 por ciento.

Pero si se tomara sólo el segmento del salario privado no registrado, presumiendo que abarca al sector más expuesto a la pobreza, el incremento en ese lapso apenas llegó hasta un 14,64%, consagrando una pérdida del poder adquisitivo de 24,5 puntos porcentuales para el sector en apenas diez meses del año.

Otro indicador válido para ratificar la profundidad del proceso es la referencia del salario mínimo vital y móvil (SMVM) que, además de impactar sobre los ingresos de medio millón de asalariados, oficia de pauta para establecer los montos de los ingresos que perciben los beneficiarios de los programas dependientes del Ministerio de Desarrollo Social.

En este caso, durante todo 2018, el SMVM se incrementó un 18,94%, al pasar desde los $ 9500 de enero hasta los $ 11.300 de diciembre último. Mientras, en el mismo período, la Canasta Básica Total lo hizo en un 50,2%. El retraso consagró una pérdida del poder adquisitivo del haber mínimo con relación a la canasta de pobreza de 26,27 puntos porcentuales.

De hecho, en diciembre se necesitaron 2,25 haberes mínimos para reunir los ingresos necesarios para hacer frente a la CBT cuando en enero la relación era de 1,78.

Hace dos años, en enero de 2017, se necesitaban 1,65 SMVM para no caer en esa situación. De hecho, en los últimos dos años la pérdida del poder adquisitivo del salario mínimo con relación a la canasta básica asciende a un 36,5 por ciento.

Fuente: Alfonso de Villalobos- Tiempo Argentino