Las cuentas públicas registraron un déficit financiero de 308.219 millones de pesos en mayo último y un desequilibrio primario, antes del pago de deuda, de $251.287 millones, en el marco de un fuerte deterioro fiscal agravado por la pandemia de coronavirus, según datos informados hoy por el Ministerio de Economía.

En el resultado financiero incidió no sólo la fuerte caída en la recaudación por la parálisis económica, sino también el pago de intereses de la deuda pública, que ascendió a $56.932 millones en el quinto mes del año.

El déficit fiscal primario acumula un rojo del 2,2% del PBI, según las estimaciones de Economía.

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De esta forma, el desequilibrio de las cuentas públicas dio un vuelco total respecto de un año atrás, cuando se había logrado un superávit de $ 25.974 millones.

En mayo, los ingresos del sector Público Nacional (SPN) sumaron $328.120 millones, con un aumento interanual del 2,4%, mientras que los gastos ascendieron a $579.507 millones, con un crecimiento del 96,8%, por las ayudas presupuestarias que destinó el Gobierno para paliar la crisis del coronavirus.

«Esta dinámica responde a las medidas implementadas por el Poder Ejecutivo Nacional para sostener los ingresos de las familias, el empleo y la producción, y compensar la caída de recaudación de las administraciones provinciales», señaló el Ministerio de Economía.

En el crecimiento del gasto primario, el 75% corresponde al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y al programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), con erogaciones por casi $ 80.000 millones.

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«En la misma línea, el programa Alimentar registró un incremento interanual de $8.545,6 millones y las asignaciones en materia de Apoyo al Empleo aumentaron aproximadamente $2.000 millones», detalló el comunicado oficial.

En mayo también se produjeron gastos de la Superintendencia de Salud y del Pami por casi $ 12.000 millones.

Las transferencias a provincias alcanzaron los $ 53.327 millones, explicados por Aportes del Tesoro Nacional (ATN) por casi $ 11.000 millones, refuerzos alimentarios a comedores y sanitarios a hospitales provinciales por casi $4.500 millones y erogaciones por $ 3.800 millones destinadas a reforzar las cajas previsionales provinciales no transferidas al SIPA, según la información oficial.

Las prestaciones a la seguridad social totalizaron $ 193.767 millones, un crecimiento interanual de 43,4% producto de lo establecido en el Decreto 163/2020.

El gasto de capital registró un avance cercano al 30% explicado por las transferencias de capital (Aysa ejecutó obras de inversión por más de $ 6.000 millones y se asistieron $ 1.000 millones para la construcción de hospitales modulares) y por la inversión real directa.

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Los ingresos tuvieron un incremento interanual del 2,4%, que según Economía se explica por los «efectos contractivos del aislamiento social obligatorio sobre los volúmenes de producción, consumo, inversión y comercio exterior».

Los recursos tributarios retrocedieron 3,3% respecto de mayo del año anterior y también bajaron 53,7% las rentas de la propiedad, por la suspensión de las cobradas vía créditos de la Anses.

En cuanto a los recursos de capital, el salto de $ 8.263 millones respecto a mayo de 2019, se corresponde a transferencias a la Anses para el financiamiento del programa de Reparación Histórica (artículo 121 de la Ley de Presupuesto).