La compra de dólares para atesoramiento acumuló en septiembre un monto de u$s 3.013 millones. Esto deja asentado que, durante el primer mes en el que estuvo vigente la primera etapa del nuevo cepo al dólar, se mantuvo un alto nivel de salida de capitales. La medida anunciada por el -entonces flamante- ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, no tuvo éxito. Ya transcurridos 46 meses de gestión de Mauricio Macri la formación de activos externos -conocido como fuga de capitales- suma u$s84.102 millones, unos u$s1.828 millones mensuales.

Para analizar estos números es necesario identificar que, si bien la fuga de capitales de residentes bajo la figura de inversiones directas y otras en el exterior se redujo en comparación con el récord de agosto, la otra fuga, vinculada a la compra de billetes, se mantuvo por encima de u$s 2.200 millones, cuenta el portal Ámbito Financiero. Ante esta tendencia, el Gobierno definió ejecutar profundización del cepo , esta vez anunciada por el presidente del Banco Central, Guido Sandleris.

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Al cabo de los primeros nueve meses de 2019, el atesoramiento alcanzó u$s22.749 millones. Esto equivalió al 47% de las reservas brutas del BCRA de fin de septiembre (y se estima que al 100% de las reservas líquidas).

Mirando en retrospectiva, en el primer año del gobierno de Cambiemos, la formación de activos externos del sector privado no financiero (FAE), que se conoce comúnmente como «atesoramiento» o «fuga o salida de capitales», ya que son recursos que salen del sistema, sumó sumó u$s9.951 (hubo compra de billetes por u$s12.326 millones). Mientras que, en 2017 ascendió a u$s22.148 millones y en 2018, con crisis cambiaria y auxilio del FMI, llegó a u$s27.230 millones.

(Gráfico de Ámbito Financiero)

Ya transcurridos 46 meses de gestión de Mauricio Macri -teniendo en cuenta que asumió en diciembre de 2015- el FAE suma u$s84.102 millones, unos u$s1.828 millones mensuales. De esta magnitud tendría que haber sido, como mínimo, el superávit comercial desde fin de 2015 sólo para satisfacer la demanda por atesoramiento. Como es conocido, esto no ocurrió. El ingreso de capitales -principalmente a partir del endeudamiento público- cubrió el desfasaje.

La salida del cepo apenas comenzada la gestión macrista derivó en una dolarización en alza desde el inició de 2016. La compra de billetes para atesorar sumó durante estos meses u$s62.351 millones. Este procesos de dolarización fue intensificado en los años en los que más se profundizó la crisis económica, ya que el mercado no le devolvió el gesto al presidente y nunca demostró confianza. Quienes hayan acumulado gran parte de sus ahorros dolarizados (más de un millón de personas compraban dólares todos los meses) seguirán de cerca los primeros pasos de Alberto Fernández en la presidencia.