La escalada inflacionaria en medio de un escenario económico recesivo (lo que los economistas llaman estanflación) ya coloca la expectativa de inflación de 2019 (en el primer trimestre ya ronda el 10%) cerca del 45%, luego del 50% de 2018.

Esto genera, además de la obvia perdida de poder adquisitivo y debacle del consumo, problemas en la cadena productiva de distintas ramas que, combinadas con las especulaciones de algunos sectores empresarios generan faltantes de productos de necesidad cotidiana, como viene sucediendo con los lácteos y que ahora comienza a verse en el rubro combustibles.

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La problemática ya se advierte en Córdoba, donde en particular comenzó con el diésel. Desde la Asociación Gremial de Trabajadores y Personal de Estaciones de Servicio y Afines de la Provincia de Córdoba (Agtpac / Fetera) denunciaron que eso ocurre «porque se vende en grandes proporciones y en venta directa a los grandes pooles de siembra», en momentos donde comienza a expedirse la «cosecha gruesa» de maíz, soja y maní.

El Secretario General del gremio en Córdoba, Marcelo Espíndola, dialogó con la emisora local FM Libre y detalló que “se limitó la cantidad de litros y no se cargan cisternas”.

«Nosotros vemos la energía como un derecho humano, un bien social que sirve para el desarrollo de los pueblos, no como una mercancía, lamentablemente estamos con un gobierno de Ceos que tienen acciones en las (empresas) petroleras, gasíferas y eléctricas, y entre cuatro o cinco manejan el mercado energético en el país», se explayó el dirigente.

Además Espíndola expresó: “Mandan camiones directamente a esos grandes consumidores y terratenientes e incluso se lo venden más barato que a las estaciones. Está claro que el gobierno está beneficiando a ese poderoso sector”.