El salario real fue una de las variables más castigadas a lo largo de la gestión de Cambiemos a nivel nacional y lejos de amortiguarse el impacto negativo de esa regresión, se agrava con el paso de los meses, la profundización de la recesión y nuevas escaladas en el tipo de cambio del dólar.

Debido al más reciente salto inflacionario generado por la brutal devaluación de agosto, el salario real de los trabajadores registrados se derrumbó un 6,2% interanual en septiembre, según las cifras que se desprenden del más reciente informe del Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), el centro de estudios que impulsa la Umet junto a un conjunto de sindicatos de la CGT y las CTA.

La caída es levemente menor a la registrada en meses anteriores, pero al ser evaluada aunque en la medición comparada con igual mes de 2018 el dato se torna angustiante, ya que se trata del peor registro de toda la era Macri en términos de salario, que ya es mucho decir.

A partir de este nuevo derrumbe, el poder adquisitivo ya acumula un descenso del 19,1% desde la asunción del actual presidente, de lo cual se desprende que en cuatro años los trabajadores perdieron, al menos, la quinta parte de sus ingresos.

Fuente: Instituto Estadístico de los Trabajadores (Umet)

Además, desde el IET informaron respecto a una variable clave que incide negativamente sobre el poder adquisitivo, y que también se recrudeción en estos años (y ayudó entre otros factores a licuar salario) que es la inflación.

La «inflación de los trabajadores», una medición de precios basada en la canasta de consumo de los asalariados formales de distintos estratos de ingresos, se elevó según esa medición al 5,5% para ubicarse 1,3 punto porcentual por encima del nivel de agosto.

En lo que va de 2019 ya suma 37,7%, registrando en la comparativa interanual 53,5%, similar pero no idéntica a los datos del Indec.

Fuente: Instituto Estadístico de los Trabajadores (Umet)

Una de las diferencias de la inflación que calcula el IET con la del organismo estadístico oficial es
que se mira a una parte de la población: aquellos hogares donde el jefe es asalariado registrado (34,2% del total).

Otro agravante se advierte al observar cuál es el segmento poblacional más afectado por el aumento general de precios.

“La inflación interanual (ago-18 vs. ago-17) sigue siendo más intensa en los deciles asalariados de bajos ingresos relativos, que destinan un porcentaje mayor de los mismos a servicios públicos y alimentos”, expone el informe del instituto dependiente de la Universidad Metropolitana.

Al expandir ese análisis en el tiempo, se tiene que desde noviembre de 2015, la inflación acumulada del decil 1 de los asalariados formales fue 31 puntos más alta que la del decil 10.

Fuente: Instituto Estadístico de los Trabajadores (Umet)

La contrapartida clara de estos datos es la alarmante suba en los niveles de pobreza registrada y publicada semanas atrás por el Indec. La misma alcanza a casi 16 millones de argentinos, con el agravante de que más de la mitad de los niños del país se encuentran en esa condición (alrededor de 5 millones).

El dato es elocuente respecto al rendimiento económico de la gestión actual, sobre todo si se recuerdan las palabras del propio presidente Macri al asumir, cuando pidió ser juzgado al finalizar su mandato precisamente por el nivel de pobreza de la sociedad argentina.