El Gobierno oficializó este martes la nueva escala del Salario Mínimo Vital y Móvil, que llevará el monto total a 69.500 pesos en marzo del próximo año, pero un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) advierte la profunda caída del poder adquisitivo de esta suma a lo largo del último tiempo.

Puntualmente, el relevamiento describe una caída de 33% en el período que va de 2015 a la actualidad, con un marcado derrumbe de 26% en el poder de compra entre 2015-2019, durante la gestión de Mauricio Macri.

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Cabe recordar que previamente el SMVyM servía como referencia para las paritarias, ya que establecía un piso para los salarios básicos de convenio, pero desde 2016, con el impacto regresivo de las políticas del macrismo -y luego con la pandemia y sus consecuencias económicas- fue perdiendo ese rol clave.

Igualmente, en la actualidad funciona como referencia para 1,3 millones de personas que reciben el programa Potenciar Trabajo y para el 82% de jubilación mínima, resalta el Cepa en su informe.

«Si se pone el eje en cuánto gasto le implica al Estado la suba del mínimo, se corre el eje central, que es si resuelve o no el problema de las y los trabajadores para alcanzar ingresos que les permitan subsistir. Hoy el Salario Mínimo Vital y Móvil es el 41% de la Canasta Básica Total (139.738 pesos en octubre) para un grupo familiar de cuatro personas», advirtió el Centro de Economía Política Argentina.

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El Consejo del Salario -que integran el Gobierno, las empresas y los gremios- acordó en estos días un incremento de 20% en el SMVyM, que se ejecutará en cuatro tramos: 7% en diciembre; 6% en enero; 4% en febrero y 3% en marzo de 2023. De esta forma, el monto pasará de 57.900 pesos a 69.500 en marzo próximo.

En este marco, desde el Cepa consideran un punto a destacar la discusión de una herramienta como la suma fija, a la que asumen como «necesaria» desde el momento en el que el Salario Mínimo dejó de cumplir su rol de piso de referencia para alcanzar salarios básicos de Convenio dignos.