El contrapunto entre la Sociedad Rural y los supermercadistas tuvo sus primeros indicios a finales de enero, cuando el titular de la entidad agraria, Luis Etchevehere, pidió a los consumidores «no dejarse robar la plata» por conductas «abusivas» de «supermercados y carnicerías», y planteó la necesidad de «transparentar las distintas cadenas de valor (de alimentos) para evitar abusos por distintos eslabones (comerciales) que viene mal acostumbrados y ponen sus beneficios entre cuatro paredes».

Recientemente, y luego de varios escarceos, el domingo pasado el dirigente ruralista volvió a cargar tintas y apuntó contra las grandes cadenas de supermercados, y dijo que «le roban a los productores y a los consumidores».

Desde la Asociación de Supermercados Unidos, acusaron recibo de las imputaciones formuladas por Luis Etchevehere y el director Ejecutivo, Juan Vasco Martínez, le salió al cruce tildando de que «tales declaraciones son demagogia pura o muestran una ignorancia de las cadenas comerciales».

La respuesta se conoció a través de un comunicado emitido por ASU, en el que Martínez alega «que en ningún mercado» de alimentos los supermercados tienen posición hegemónica.

“La plata está ahí: en la brecha que hay entre lo que nosotros vendemos un litro de leche y lo que cobran cualquier producto que sale del litro de leche que vendemos”, había especificado Etchevehere.

Sin embargo, la realidad esta mucho más cerca de contradecir las afirmaciones de Juan Vasco Martínez, ya que distintos estudios realizados por entes gubernamentales, como por ejemplo el ministerio de la Producción de Santa Fe y otros de la sociedad civil, revelan que tales afirmaciones no tienen asidero con la realidad.

Así , desde Federación Agraria Argentina -su presidente- Omar Principe, dio indicios que la cosa está lejos de ser como la plantea el supermercadismo, al decir que «al tambero la leche le aumentó un 11 por ciento, mientras que al consumidor subió un 51 por ciento, la brecha de precios es cada vez mayor y hay actores que se están quedando con una parte muy importante».

A mediados de junio, los productores de yerba mate de Corrientes y Misiones, habían advertido que podría faltar el producto en los grandes centros comerciales del país si continuaba el paro por tiempo indeterminado en esas provincias en reclamo de la actualización del precio de la materia prima.

No obstante el ejemplo de como e visualiza el problema desde los sectores productivos, no están al margen algunas afirmaciones de los sectores que industrializan la materia prima, ya que en distintas oportunidades este eslabón de la cadena de valor, advirtió que los precios «que se ven en las góndolas superan muchas veces un ciento por ciento de remarcación por encima del costo del producto».

Más notorias se hace esa diferencia si se muestran cual es el monto de dinero que recibe el productor y el precio que pagan los consumidores en las bocas de expendio de las grandes cadenas comerciales.

A modo de ejemplo, un investigación de una asociación rosarina reveló que productos de consumo masivo de la canasta básica, sufren serias distorsiones, a saber, los supermercados compran el litro de leche Sancor a $7,28 y lo remarcan 134,19%, pero la diferencia que existe entre el precio que se le paga al productor y el que se le cobra al consumidor es de 468%.

Otro ejemplo, es el de la manteca, que es comprada por los supermercados a $10,35 los 2oo gramos y es remarcada 233,87%, en este caso la brecha entre lo que paga el consumidor y lo que recibe el productor es de 720%.

El caso del yogur, supera cualquier parámetro de entendimiento, el litro en botella es adquirido por las cadenas de supermercados a $12,05 y remarcada 288%, pero el valor del producto que obtiene el productor difiere 829%.

A pesar de la inusitada insistencia de algunos titulares de supermercados de generar una autorreferencia de que se los considere como empresarios nacionales, distintos medios europeos dieron testimonio de que las inversiones que realizan en el viejo continente.

De esta manera consignó el medio español  «El Confidencial» el 28 de julio de 2014 , cual fue la inversión en Madrid del titular de la cadena Coto, «el fundador y propietario de Coto Supermercados rubricó la compra de un edificio en el madrileño Paseo de la Castellana 16, uno de los inmuebles que ocupa el ICEX como sede corporativa, por cerca de 20 millones de euros, según fuentes del mercado», y continuó aportando que «el Paseo de la Castellana es sólo una parada más en la carrera inmobiliaria de la familia Coto de su país de origen. No en vano, hace menos de dos semanas, el empresario adquirió un solar en Miami por 125 millones de dólares. Ubicado en la Bahia de Biscayne, la transacción alcanzó una cifra récord en el sur de Florida, según la consultora CBRE, que también intermedió en esta operación, según publicó el Nuevo Herald el pasado 17 de julio».