El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, afirmó hoy que la Mesa de Enlace «nunca estuvo proclive a dialogar» sobre el conflicto que se desató en torno a la suspensión por dos meses de exportaciones de maíz y destacó el nivel de acuerdo alcanzado con el Consejo Agroindustrial Argentino.

«El análisis amerita hacer una primera escisión sobre con quién uno dialoga y con quién llega a los acuerdos. La Mesa de Enlace en ningún momento estuvo proclive al diálogo. Y ni siquiera tuvo consenso interno para definir una medida (de fuerza)», señaló el funcionario nacional.

Luis Basterra destacó que la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro) decidió no participar del paro que impulsaron la Sociedad Rural (SRA), la Federación Agraria (FAA) y Confederaciones Rurales (CRA). «Coninagro, representante gremial de los intereses del nucleamiento cooperativo más importante de la Argentina, no adhirió al paro. Se habló como una medida del campo, como algo global, pero no fue», cuestionó Basterra.

En declaraciones radiales, el titular de Agricultura dijo también que el impacto de la medida fue «nimio» por lo que el Gobierno «ni siquiera tuvo que ceder ante un riesgo inminente de la ruptura de la paz social ni mucho menos», sino que sólo hubo «algunos desubicados» que atacaron a camioneros que trasladaban granos. Y consideró que la medida de la Mesa de Enlace fue «insignificante» porque «en ningún momento comprometió ni presionó a que uno tenga que modificar su esquema y su forma de intervenir sobre la realidad».

Basterra explicó que, sobre fines de 2020, hubo sectores de la producción de proteínas animales que expresaron su preocupación porque se estaba llegando a la interzafra y había un nivel de 4 millones de toneladas de maíz en stock. Y remarcó también que, en ese contexto, había riesgos de una disparada de precios y exportaciones y recordó que tras la derrota de Mauricio Macri en 2019 el registro de declaraciones juradas de venta al exterior «explotó» y en muy pocos días se vendió toda la cosecha argentina.

«No es que no tenemos historia ni recuerdo de quedar al filo del desabastecimiento», manifestó Basterra y defendió la decisión que había tomado por ello de suspender la exportaciones por dos meses, hasta marzo.

Eso generó un mayor nivel de diálogo con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), que «representa intereses (particulares) y no posiciones» políticas, a diferencia de la Mesa de Enlace agropecuaria. De allí surgió una propuesta de la mesa intersectorial del maíz para garantizar el abastecimiento interno del maíz para la industria alimenticia y de producción de proteína animal, lo que terminó desbloqueando el conflicto.

«Acordamos entre todos los actores que no se ponga en riesgo la disponibilidad del maíz en la Argentina y convenimos el desacople de los precios del mercado internacional respecto de mercado local», concluyó el funcionario.