Existe preocupación en el gobierno por el índice de optimismo que no repunta. Y ahora el pesimismo va más allá del aspecto político, sino que se traslada a lo económico, con dos factores que incidieron esta semana: la suba de la nafta y la no calificación como mercado emergente.

A través de un relevamiento de Management and Fit que fue publicado por Clarín, se conoció que el pesimismo político y económico cayeron 0.3 y 1 punto, respectivamente. Esto nos lleva a un clima de 33,7 y 33,2 promedio.

El número coincide con los factores antes mencionados. En primer lugar, que Argentina no haya podido mejorar la clasificación financiera de sus acciones, dado que la ansiada recategorización a “mercado emergente” nunca llegó. Sumado al aumento de la nafta, que rondará el 3%.

Por último, el indicador que apunta a si la gente cree que Mauricio Macri gobierna para sectores particulares o por el interés general, cayó 1.5 puntos. Así, el optimismo político acumula cuatro semanas de caída libre.