Con el propósito de quitar presión sobre el dólar y descomprimir vencimientos de deuda, el Gobierno busca incrementar el financiamiento en pesos, donde se estima que hay unos $1,3 billones, parte de los cuales se podrían destinar a financiar al Tesoro.

El objetivo es captar hasta $600.000 millones en inversiones de muy corto plazo, mientras que en lo que va de agosto el Tesoro ya solicitó asistencia por $200.000 millones al Banco Central (BCRA), el nivel más alto del año.

Además, el BCRA ya empezó a operar futuros de títulos públicos y, hasta el momento, ya negoció 100.000 contratos a un precio de $0,98, según detallaron fuentes de la entidad financiera.

Los primeros contratos se negociaron en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) y este miércoles se estrenaron en forma oficial en el Rofex, el principal mercado de futuros del país.

En la primera licitación de deuda de agosto el Ministerio de Economía apenas logró renovar el 65% de los vencimientos, lo que encendió algunas luces de alarma.

El Gobierno busca ahora ampliar las colocaciones de deuda en un contexto de mayores necesidades financieras.

Otra de las ayudas dirigidas al Ministerio de Economía es el régimen especial de fondos comunes de inversión abiertos.

La disposición de la Comisión Nacional de Valores (CNV) estableció que los fondos inviertan al menos un 55% del haber en títulos de deuda pública nacional adquiridos en colocación primaria, con un vencimiento menor o igual a un año.

El 45% restante van a poder colocarlo en Fondos Comunes de Dinero (Money Markets).

El objetivo es que los fondos de inversión puedan comprarle al Tesoro letras a descuento (Ledes) y a tasa Variable (Lepase) con vencimiento en octubre, a una tasa de hasta el 38%, y a continuación vender futuros con una tasa implícita similar hasta agosto y septiembre.

De esa forma, los inversores se cubrirían de eventuales riesgos con el instrumento del BCRA.

Sobre la medida para los fondos de inversión, la CNV dijo que los fondos existentes que ya se encuentren en funcionamiento podrán encuadrarse bajo el nuevo régimen mediante la adopción de una política de inversión específica.

De este modo, se amplían las posibilidades de inversión y se continúa profundizando la agenda de desarrollo del mercado de capitales doméstico, a través de vehículos que combinen una adecuada relación de rentabilidad y liquidez para los inversores.