El Gobierno argentino le pagó al Fondo Monetario Internacional (FMI) US$ 674 millones y las reservas cayeron a US$ 41.517 millones. El acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF) en curso contempla la continuidad de los vencimientos del stand by, a lo cual le corresponden nuevos desembolsos y un plazo de gracia de cuatro años para repagarlos.

Bajo este esquema, también se abonarán el miércoles 1 de febrero US$ 691 millones, y así se completarán US$1.360 millones en apenas 48 horas.

A su vez, durante enero se le giraron al FMI US$ 2.538 millones, sobre un cronograma anual que prevé pagos este año por US$ 20.222 millones.

Según anticipó el Gobierno en distintas oportunidades, los dos objetivos decisivos se habrían sobre cumplido: US$4000 de reservas por encima de lo acordado y el déficit fiscal primario fue de 2,4% contra el 2,5% firmado.

La aprobación es fundamental para las cuentas públicas del primer trimestre del año porque habilitarán un nuevo desembolso por US$5.400 millones, en momentos en que las reservas de BCRA crujen por la sequía.

Si se cumplen los plazos previstos la misión daría el visto bueno hacia fines de febrero y en el arranque de marzo el Directorio levantaría la mano para el voto positivo.

Aunque con un discurso menos confrontativo, el ministro de Economía, Sergio Massa, también le está solicitando al FMI un auxilio adicional. Massa lo plantea por el costo adicional que Argentina sufrió por la invasión de Rusia a Ucrania, calculado en US$5.400 millones, y además, pretende que haya algún tipo de reconocimiento que le alivie las cuentas fiscales de 2023.