Los empresarios de micros de larga distancia están que trinan. Si bien el Gobierno oficializó tarifas «low cost» para ventas anticipadas, con la promesa que se podrá viajar a Mar del Plata por $25 (hoy $491); a Córdoba por $43 (hasta ahora $855); a San Luis por $48 ($956) o a Bariloche por $96 ($915), en el sector dicen que nadie los consultó al respecto.

Los empresarios se enteraron de la intención hace algunas semanas por unas declaraciones del Ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, en un canal de noticias. «¿Quién puede creer que podemos cobrar $25 un viaje a Mar del Plata?. Significa que hasta ahora estuvimos robándole a la gente. Si el ministro necesita sacar títulos en los diarios que lo haga, pero sacar un micro a la calle nos cuesta $45 el kilómetro. No habrá pasajes con esas tarifas», asegura Néstor Carral, presidente de la Cámara Argentina del Transporte de Pasajeros (Catap).

El enojo de varios empresarios consultados tiene que ver con la realidad de un sector que está en serios problemas para pagar los sueldos y renovar sus unidades. Hace pocos días, Nueva Chevallier, General Urquiza, Empresa Argentina, Pullman General Belgrano y Sierras de Córdoba estuvieron de paro por el incumplimiento de salarios. Recientemente, la empresa cordobesa de transporte TUS quebró y dejó a 200 trabajadores en la calle. Las compañías Buses Lep y Emprendimientos también están con problemas, y según dicen, esto recién comienza. Podría haber por lo menos, nueve grupos concursados antes de fin de año. Los empresarios repiten que llega a 1.600 destinos, pero sólo el 10% de sus rutas es rentable.

Gustavo Gaona, vocero de la Cámara Empresaria de larga distancia (Celadi), indica que «para tener tarifas de bajo costo, hay que tener bajos costos y hoy tenemos más egresos que ingresos. Tenemos que cambiar las reglas de juego. Este anuncio genera expectativas en la gente que no va a poder encontrar estos valores. Los precios no fueron consensuados con las cámaras. Nos enteramos por el Boletín Oficial, es muy preocupante, no habla de planificación, sino de reacción frente a la eliminación del piso del transporte aéreo».

Para hacer frente a la complicada situación, a fin de año, el sector ya había sido autorizado a bajar las frecuencias hasta un 50% con previo aviso. Gaona cuenta que «ya se bajaron las frecuencias un 30%. Por una resolución nos permiten tener acuerdos de colaboración empresaria, usar boleterías únicas, talleres únicos, organizar la frecuencia de servicio. La reconversión y el achicamiento tiene costos y consecuencias».

El presidente de Catap que agrupa a 26 empresas explica que «en estos días nos reuniremos para ver que rebaja podemos hacer, pero no creo que haya una baja sustancial. No podemos achicar las tarifas, aunque puede haber promociones. Nuestros costos son muy altos, el combustible pasó de $20 a $35, un micro que en diciembre costaba $8 millones, con la devaluación se fue a $13 millones. Hay que sumar mano de obra y peajes. Con estas nuevas las tarifas que impulsa el Gobierno no alcanzamos a pagar ni los viáticos de los choferes».

En 2011, el sector transportaba 53 millones de pasajeros, en 2016 bajaron a 37 millones y Transporte aún no da los números de 2017, pero estiman que será menos de 30 millones. «Los pasajeros de tramos largos se los llevó el avión y los intermedios van en auto, el resto no viaja producto de la crisis», dice Carral.

Antes se renovaba un 10% de las unidades de larga distancia al año, hoy apenas llegan al 5%, dice Gaona y explica, «por eso las empresas de carrocerías están muy mal». Carral agrega que «hace cinco años, había 21.000 trabajadores en el sector, hoy apenas 16.000, más de 2.000 trabajadores se perdieron en los últimos dos años».

Para graficar lo que sienten muchos empresarios, Gaona dice que «este anuncio oficial es como regalarle a alguien una tarjeta de crédito internacional sin límite. Si no tenés como pagarla, no las vas a usar. No será masivo».

Fuente: Diario BAE Negocios