El Gobierno removió a Pedro Biscay del cargo de director del Banco Central de la República Argentina (BCRA), para el cual había sido designado en 2014 por la administración kirchnerista, “por mediar mala conducta e incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

Así lo resolvió a través de un decreto 571/2017, publicado hoy en el Boletín Oficial con la firma del presidente Mauricio Macri, el jefe de Gabinete, Marcos Peña; y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, “previo consejo de una comisión del Honorable Congreso de la Nación”.

“Remuévese del cargo de director del Banco Central de la República Argentina al señor D. Pedro Martín BISCAY (M.I. N° 26.691.009), por mediar mala conducta e incumplimiento de los deberes de funcionario público”, ordena la disposición del Poder Ejecutivo Nacional.

Allí se argumenta que la remoción fue decidida por “afirmaciones” del ahora ex funcionario “que ponen en riesgo los objetivos establecidos” en la Carta Orgánica, “particularmente en lo que se refiere a la estabilidad financiera en un sistema bancario de encajes fraccionarios y en el marco de un país que ha atravesado múltiples crisis cambiarias y bancarias en las últimas décadas”.

Asimismo, en los considerandos del decreto publicado hoy se remarca que “no se trata en el caso de su supuesto de afectación de la libertad de expresión (…), pues con tal criterio se podría sostener que también deberían violarse los secretos de Estado o publicarse elementos de la vida privada de las personas -protegidos por las normas constitucionales- o dejarse de lado la reserva que impone la responsabilidad del desempeño de determinados cargos”.

El funcionario removido había criticado distintas medidas y políticas económicas del Gobierno y en las reuniones de directorio solía contrariar a sus compañeros de la mesa chica del BCRA. Aquí algunas de sus «afirmaciones» en Twitter que, según el propio decreto de remoción, motivaron su salida.

Biscay fue designado director de la entidad en 2014 por el entonces ministro de Economía Axel Kicillof y contaba con acuerdo del Senado para cumplir mandato hasta 2019.

Esta medida seguramente traerá cola, sobre todo teniendo en cuenta el carácter de indepencencia que reviste a la máxima autoridad financiera respecto del Poder Ejecutivo. Este rasgo fue pasado por alto durante los años del kirchnerismo en la Casa Rosada, pero desde la asunción de Mauricio Macri, que designó como presidente del Banco Central a Federico Sturzenegger, se pretendió respetar a rajatabla esa «independencia» de la entidad financiera, para que vuelva a «generar confianza».

Esto incluso ha motivado algunas disputas dentro del oficialismo, con algunos ministros del fragmentada área económica no del todo conformes con la política monetaria fuertemente restrictiva impulsada por el BCRA (ejemplificada en la alta tasa de rendimiento de las Lebacs), con efectos depresivos sobre la actividad económica en un año electoral.