La grave crisis económica por la que está atravesando la Argentina es advertida desde todos los rincones del planeta. En este caso, es el CNBC que tituló unos de sus artículos que el peso argentino es «la peor moneda del mundo» de este año y adelantó que a finales de 2019 el país podría caer en «modo crisis».

La noticia no pasa desapercibida ya que se trata de un canal de noticias especializado en economía y finanzas que es muy considerado por el establishment de EE.UUU.

«La renovada volatilidad del mercado en Argentina podría desencadenar otra crisismonetaria», dijeron analistas a CNBC, «mientras el país afectado por la recesión se prepara para las elecciones presidenciales hacia fines de año», analiza el artículo.

«El peso argentino se estableció en $43,68 el lunes, recuperándose ligeramente luego de caer a un mínimo de $43,97 el viernes», por lo que «es, a cierta distancia, la moneda de peor desempeño del mundo en lo que va del año».

«La popularidad del presidente Mauricio Macri se ha visto afectada considerablemente en los últimos meses, ya que la inflación desenfrenada, las medidas de austeridad y el aumento de las tasas de pobreza amenazan con descarrilar la campaña de reelección del candidato pro-mercado», advierte.

Los participantes del mercado están cada vez más preocupados por la tercera economía más grande de América Latina, con tasas de interés de referencia ahora a más del 66% y una inflación anualizada de más del 50%.

Y señalan que «los indicadores de crecimiento para Argentina siguen siendo débiles. La economía se contrajo más de un 6% en los últimos tres meses de 2018, mientras que los datos oficiales publicados a fines del mes pasado mostraron que la tasa de pobreza había aumentado a un 32%».

Según Carlos de Sousa, economista de Oxford Economics consultado por CNBC, «tanto el gobierno como el banco central están preocupados por otra crisismonetaria antes de las elecciones».

Y agregó que «lo más importante para Macri es un cambio en las expectativas económicas» ya que  «si las personas sienten que están casi fuera de peligro y las cosas van a mejorar, esto ayudará al gobierno».

Frente a esto, fueron tajantes al asegurar que eso es casi imposible: «El problema es que no hay absolutamente ninguna manera de que para el 27 de octubre, las personas tengan un mayor poder de compra en comparación con el mismo período del año anterior, no importa cuán optimista quiera ser al respecto».