El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, aseguró hoy que “la perspectiva de crecimiento económico es muy, muy sólida”, confió en que “el proceso de desinflación se hará mas evidente a partir de mayo o junio”, y relativizó la incidencia de las recientes presiones alcistas en el mercado cambiario.

“En los últimos tres meses el tipo de cambio se movió en forma significativa, pero no hay perspectiva de que se mueva en el resto del año”, proyectó Sturzenegger al hablar durante el encuentro del IIF (Intituto Internacional de Finanzas), que comenzó hoy en un hotel porteño, en el marco de las reuniones del Grupo de los 20 (G20).

El titular del BCRA sostuvo que “no hay nada de particular o extraño” en las recientes intervenciones de la autoridad monetaria, vendiendo dólares en el mercado para evitar un salto en la cotización: “en las últimas semanas intervenimos como lo hicimos esporádicamente en los dos últimos años”, recordó.

“En este caso puntual -explicó- hay una percepción de los agentes sobre la política monetaria hacia el futuro que no se condice con la del Banco Central”.

Según Sturzenegger, “hay una brecha de percepción muy fuerte en los últimos tres meses, pero el tipo de cambio nominal que lee el mercado no es el correcto, ya que la nominalidad va a estar mucho más controlada”.

En materia inflacionaria, por otra parte, el funcionario defendió la política monetaria, que se hizo “más restrictiva” este año, con tasas reales que pasaron de 3,5% el año pasado a más de 10% en 2018.

“El segundo elemento en esta materia -agregó- es el anclaje en los salarios, ya que hubo mucha coordinación, tanto en el sector privado como en el público, en torno a la meta de 15% (de suba anual) y eso va a ayudar muchísimo”.

Sturzenegger mencionó en tercer lugar el ajuste de los precios regulados que concluirá en pocas semanas más, por lo que en este flanco “no vamos a estar agregando presiones inflacionarias”.

Un factor adicional, continuó, es la reducción de las transferencias del Banco Central al Tesoro, que habían llegado a 5% del PIB en 2015, bajaron a 2% al año siguiente y fueron de 1,5% en 2017.

“El objetivo pactado con Hacienda es reducir esas transferencias a 1% del producto este año, recortarlas a 0,5% en 2019 y eliminarlas en 2020, con lo cual se elimina este factor de inflación residual”, puntualizó Sturzenegger.

El funcionario recordó que “la inflación cayó el año pasado en 15 puntos en el área Metropolitana y 13 a nivel nacional, mientras desde mayo pasado la inflación núcleo siguió la tendencia planteada de 17% anual”.

Sturzenegger añadió que “la desinflación está claramente en las expectativas de los analistas y va pareja con el crecimiento de la economía, que será de 3% este año y el próximo, lo cual tiene que ver con las reformas estructurales en sectores como la agricultura, la ganadería, la energía y las finanzas, entre otros”.

“Apoyados en el crédito, la construcción y la industria automotriz le ponen un piso al crecimiento, mientras en carnes, por ejemplo, pasamos de prohibir las exportaciones (durante el anterior gobierno) a la apertura del mercado chino, con lo cual se abre un frigorífico cada dos semanas”, resaltó.

Sturzenegger dijo que “en 2017 la economía creció, punta a punta, un 4%, aunque el promedio dio menos de 3% por el arrastre del año anterior”.

“Llevamos -contabilizó- siete trimestres de crecimiento, mientras en los últimos seis la suba rondó el 1% y no hay ningún atisbo de que ese ritmo se esté desacelerando, como lo demuestra la fuerte expansión en el último cuarto del año pasado”.

Para el titular del BCRA, “esa variación trimestre a trimestre es muy pareja y está asociada al régimen de tipo de cambio flotante, que absorbe los shocks de la economía y mantiene un crecimiento sostenido”.

“Esta es una novedad en la Argentina y no la encontramos en la historia reciente”, remarcó el presidente del Banco Central».