La Cámara Argentina de Comercio confió hoy en que el presidente Mauricio Macri aplique políticas que alienten «al sector productivo, generen trabajo, fortalezcan el mercado interno y aseguren el desarrollo equitativo de la sociedad».

El presidente de la entidad empresaria, Carlos de la Vega, consideró que «el inicio de un nuevo período de la continuidad institucional, que representa la asunción de Macri» merece «el mayor de los éxitos».

En un comunicado, el dirigente garantizó que el flamante presidente Macri «podrá contar con la colaboración de nuestra entidad convocante del sector Comercio y Servicios, en la construcción de un país desarrollado, moderno e inserto en el mundo».

Industria cárnica

Los productores agropecuarios están reteniendo ganado a la espera de mejores precios y mayor exportación, lo que responde a el «atraso de precios» durante el Gobierno kirchnerista.

Así lo aseguró hoy la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), al explicar por qué el valor de los cortes más populares fueron protagonistas de aumentos del 30 por ciento en las últimas semanas.

«La situación es el resultado de la política antiganadera llevada adelante en los últimos 10 años», dijo la cámara en referencia al desaliento de las exportaciones y aseguró que eso explica el faltante de carne actual.

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Por cuestiones estacionales que atañen al trabajo de los productores, en diciembre se registra todos los años una menor faena y venta de bovinos, lo que baja el nivel oferta en el mercado interno y presiona sobre los precios.

«Las nuevas expectativas -que hacen prever un crecimiento del sector- motivan una mayor retención de animales en los campos para agregar más kilos, ser más eficientes, lo que de forma coyuntural hará que la oferta de carne en los mostradores sea menor», dijo Ciccra.

También señaló que las inundaciones de 2014 en la provincia de Buenos Aires provocaron que la producción de terneros cayera en 350 mil cabezas, faltante que se hizo notar en el último trimestre de este año.

Según la entidad, el precio de la carne vacuna estuvo «pisado» en los últimos años y no acompañó el proceso inflacionario de otros productos ni de los servicios e insumos necesarios para su producción.

Eso se dio especialmente por el cierre «real o virtual» del Registro de Operaciones de Exportación (ROE), dado que las ventas al exterior se derrumbaron 75 por ciento entre los años 2005 y 2015.

En el año de mayor exportación, cada argentino consumía 72 kilos por año y ahora, sin ventas al exterior, consume alrededor de 60 kilos anuales; en 2005 la producción de carne fue de 3,2 millones de toneladas, mientras que en 2015 apenas llegó a 2,6.

El «desaliento» de las exportaciones provocó que los productores trabajaran para el mercado interno porque el 93% de la producción iba a los consumidores argentinos, con animales más livianos y menor disponibilidad de kilos por cabeza.

Si ahora, a partir de una nueva política agropecuaria, el peso promedio de faena se incrementara en 50 kilos por cabeza, la producción de carne se incrementaría en unas 600 mil toneladas.