El Banco Santander superó su récord de caídas al registrar pérdidas por más de diez millones de euros hasta junio de este año, golpeado por la falta de negocios e inversiones que se dieron por la crisis económica que generó la pandemia de coronavirus.

El impacto negativo fue confirmado por la propia entidad financiera mediante un comunicado oficial, precisando una «pérdida atribuida de 10.798 millones de euros en el primer trimestre» del 2020, tras realizar un proceso de ajuste en todo el mundo.

«Este ajuste obedece al deterioro de las perspectivas económicas como consecuencia de la crisis de la Covid-19 y no afecta a la liquidez», agrega el escrito para dar detalles sobre un efecto en caja de 12.600 millones de la mencionada moneda europea.

En este sentido, su impacto se ve paliado por los 1.908 millones de beneficios ordinarios en el primer semestre de 2020, una cifra un 48% menor que en el mismo periodo del año anterior, según consignó Ana Botín, presidenta de Santander.

Vale destacar que la mayor parte del ajuste de los diez millones de euros se produce sobre el fondo de comercio de la entidad, mientras que la partida de activos fiscales diferidos (DTA) también sufre un duro golpe de 2.500 millones de euros.

La idea del banco en cuestión es poder pagar en efectivo los dividendos con cargo a los resultados del ejercicio actual tan pronto como las condiciones de mercado se normalicen, pese a la opinión contraria que mantiene el Banco Central Europeo.

Según la presidenta del Santander, los últimos seis meses han planteado «uno de los mayores desafíos de nuestra historia» y aunque «el impacto de la pandemia nos ha puesto a todos a prueba» se mostró «muy orgullosa de la respuesta que ha dado el banco».