El Banco Central de la República Argentina (BCRA) destacó hoy que «comparada con los episodios anteriores, la recesión económica actual es la de mayor duración desde 2001/2002, al alcanzar diez trimestres consecutivos, con una contracción del PIB desestacionalizado cercana al 8% acumulado».

El BCRA analizó la evolución macroeconómica reciente en su Informe de Política Monetaria y destacó el «desempeño particular» del sector agropecuario, que atravesó en 2018 «una extraordinaria sequía y una fuerte recuperación posterior».

Si se excluye a ese sector, señaló el informe, «la recesión actual es la más profunda desde la crisis de 2001/02, que siguió al colapso de la convertibilidad».

De este modo, indicó, la actividad económica «se encuentra en niveles similares a los de 2010 y por debajo incluso de los mínimos observados entre 2011 y 2017».

Entre los componentes de la demanda, constató el Banco Central, «el más afectado por la retracción de la actividad fue el consumo privado».

«En términos del PIB, el consumo de las familias alcanzó el 71,3% en el tercer trimestre de 2019», es decir, «mostró un descenso de 4,7 puntos porcentuales respecto del máximo y representó la mayor caída de la serie iniciada en 2004», precisó el BCRA.

En cuanto a la tasa de inversión, añadió, «la magnitud de caída es comparable a la observada en la crisis de 2008/2009: se redujo a 17,4% del PIB, desde 21,7% en el cuarto trimestre de 2017».

Sin embargo, resaltó el Banco Central, «la gran diferencia entre la retracción de la inversión en la recesión actual y la de 2008/2009 es su duración».

«En la recesión económica actual la inversión bruta continúa cayendo en el décimo trimestre luego de su inicio, mientras que en 2008/2009 había comenzado a recuperarse cinco trimestres después del pico», recordó el informe.

El grado de subutilización de la capacidad instalada y del empleo, concluyó el BCRA, «denota la magnitud de la crisis iniciada en 2018» y revela «un margen considerable desde el punto de vista de la oferta para una recuperación de la actividad, traccionada por un aumento de la demanda agregada en un entorno de mayor estabilidad cambiaria y financiera».