Las estimaciones privadas de inflación de octubre arrojaron resultados entre 6,4% y 6,9%, por lo que se infiere que luego de dos meses de desaceleración, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) habría retornado a niveles levemente superiores a los del mes de septiembre.

De acuerdo con el IPC calculado por la consultora Orlando Ferreres & Asociados, dentro del Gran Buenos Aires la inflación de octubre fue de 6,4% mensual y registró un crecimiento interanual de 83,1%.

En cuanto a las principales variaciones, se destacan las subas del rubro bienes varios y vivienda, registrando un alza de 11,1% y 10,4% mensual, respectivamente, seguidos por Esparcimiento, que presentó una variación de 7,9%.

Durante octubre el incremento de los servicios por la quita de subsidios de luz y gas es uno de los más elevados.

A su vez, muchos de estos incrementos en tarifas de servicios públicos determinaron el alza de precios en la cadena de valor agregado de las pymes en la producción de bienes.

Asimismo, el aumento de las prepagas, colegios privados, telefonía, cable, internet, expensas, entre otros, repercutieron fuertemente en el índice de inflación de octubre.

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Lautaro Moschet, de la consultora Libertad y Progreso explicó que “en el último trimestre del año los precios regulados presionarán al índice de precios. En octubre, se contemplan las subas en el precio de la energía, el gas, medicina prepaga y combustibles, pero se esperan nuevas actualizaciones de precios en noviembre y probablemente en diciembre”.

De acuerdo con los distintos sondeos, los alimentos volvieron a ubicarse por encima del nivel general de precios. De hecho, para algunas firmas este rubro trepó en torno al 7%.

Por su parte, Eugenio Marí, Economista Jefe de Libertad y Progreso adelantó cual es la perspectiva de cara al cierre del año.

“Esperamos que 2022 cierre con una inflación de 105%, la más alta desde 1991. De cara a 2023 esperamos que la pérdida de poder adquisitivo de la moneda siga alta, y se vuelva a repetir una inflación de tres dígitos. Esto pondría a Argentina como un caso casi único en el mundo del siglo XXI, con una inflación no solo alta y creciente, sino que además persiste por casi dos décadas”, concluyó.