Por Aldo Battisacco

El presidente Mauricio Macri inició hoy su agenda en la ciudad de Pergamino. Los anuncios estuvieron en sintonía con las demandas del campo, la baja en las retenciones a las exportaciones de granos cobró cuerpo, y con esta decisión el mandatario cumplió con una de las propuestas de su campaña.

La medida no pasó desapercibida y dio pie a distintos interrogantes. Cuál será el impacto en la canasta básica alimentaria de los argentinos es la prioridad a develar, ya que se trata de millones de personas que se verán alcanzadas por la decisión del actual equipo gobernante. Además, a este factor se agrega la devaluación encubierta que se vivió con los incrementos que sufrieron la mayoría de los productos desde los inicios de noviembre, y no desde el 30 de ese mismo mes, como pretende la postura del titular de economía Alfonso Prat Gay.

Conclusión dialogó con el doctor Omar Rizzo, quien a su vez es contador público, asesor en materia impositiva, y docente de la UNR, con la intención de dilucidar los efectos a corto y mediano plazo de los adelantos que en materia tributaria hizo públicos el presidente electo en la ciudad de Pergamino.

Rizzo, antes de intentar dar precisiones técnicas sobre las medidas anunciadas, realizó algunas consideraciones de carácter político sobre el lugar y la oportunidad del adelanto que dio el nuevo presidente: «Él prometió muchas medidas en campaña, pero todas no las podrá tomar. Esta es una de las pocas que puede hacer en forma inmediata para no quedar complicado políticamente con los compromisos asumidos los últimos tiempos».

Asimismo, encuadró el tenor de las decisiones en materia agropecuaria expresando que «al no retirar las retenciones a la soja no habrá un fuerte impacto desfinanciador, ya que la eliminación de las retenciones al trigo, el maíz, sorgo, girasol, pesca, carne y economías regionales no alterarán demasiado las cuentas».

Sin embargo, el catedrático, fue contundente y describió: «Esta política beneficiará a la Sociedad Rural, porque originará una transferencia de riquezas del mercado interno a los exportadores y productores». Y agregó: «Las retenciones tienen un fin extra fiscal, que siendo un impuesto, el objeto era disminuir el precio de los alimentos en el mercado interno. Ahora el exportador tendrá un dolar alto y le redituara vender afuera, y en el caso que quiera vender en el mercado interno pretenderá cobrarlo al valor dólar. Ésto explica cual fue el sentido las retenciones más allá del porcentaje a recaudar».

Sobre la resolución que se anunció para la soja, el tributarista, manifestó: «Este impacto no se dará con la soja, porque no existe un gran consumo de la oleaginosa y sus derivados en el mercado local, pero sí trigo maíz y carne».

Consultado por Conclusión sobre si cree que los anuncios del equipo económico de retrotraer los precios al 30 de noviembre tendrían un impacto positivo, aún cuando muchos sectores están pidiendo que se realice a los primeros días de ese mes, que es realmente cuando se produce la estampida debido a las declaraciones del entonces candidato a presidente, Mauricio Macri, el catedrático subrayó que no lo cree posible, «ya que a todo esto se deberá agregar el incremento que generará la devaluación al peso cuando se establezca un dólar único».

Rizzo, supone que si bien por ahora «las aguas están tranquilas, es posible que se produzca un shock económico, sea éste inminente o gradual, que no se podrá extender más allá de marzo o abril», por lo que es necesario «estar avisado de que se aproxima una mega devaluación del peso a lo que se sumará a futuro la quita de retenciones».

Respecto del impacto de estas medidas en el salario de los trabajadores, el docente describió «que este escenario bosquejado por las recientes iniciativas del gobierno hará mermar notablemente la capacidad de compra del los asalariados, ya que las paritarias no podrán estar al mismo nivel que la devaluación que se acumuló desde noviembre, a lo que hay que sumar el sinceramiento cambiario».

Preguntado si se reflejará la baja de los precios de los comodities, del mercado internacional en el mercado interno, Riso afirmo que «nunca sucedió tal cosa, y el ejemplo mas palpable en el que se puede verificar es que cuando bajo el precio del barril de crudo en el mundo, hasta incluso en un 50%, jamás bajo en Argentina el precio de la nafta».

Acerca de la posibilidad que el dolar cotice por encima de los 14 o 15 pesos anunciado y llegue a 20 o más, Rizzo manifestó que «es muy probable, puesto que una de las preocupaciones de los funcionarios que actualmente componen los ministerios del macrismo, era que los sueldos de los trabajadores están en dólares, y corresponde que en las paritarias se persiga nivelar ese desfase. Pero si le damos cabida a la línea de pensamiento del gobierno, resulta esperable que se propongan una mayor devaluación que llegaría al 100%, generando que la falta de demanda aplacará la inflación».

El cuadro que presentó el analista no es prometedor, y diferenció la cosmovisión del gobierno saliente con el entrante, aseverando que «el dólar va quedar en un precio mucho más alto que el aumento de salario, y esta será la diferencia que se hará visible con la mecánica del gobierno anterior, porque el sueldo aumentaba proporcionalmente,  casi en forma equiparable con la inflación.

Finalmente, Omar Rizzo reflexionó que «es oportuno esperar para medir el efecto de las decisiones tomadas, aunque la orientación de las mismas no dan esperanza a pensar que pueda dar un resultado satisfactorio».