Hace unos días, el ministro de economía de la provincia de Santa Fe, Gonzalo Saglione, escribió en un artículo para el diario El Litoral sobre las virtudes económicas que poseía la provincia. En la nota el funcionario sostuvo que “cuando Argentina se parezca a Santa Fe, va a ser un mejor país”.

En relación a esto, Conclusión le consultó al periodista especializado en economía, Alejandro Bonalumi sobre la realidad de las finanzas en la provincia. ¿Qué parámetros utilizó el ministro para desarrollar esa definición?

Con respecto a esto, Bonalumi comentó que “son dos o tres lineamientos que hay que manejar. Primero, la provincia no tiene déficit, que es el mayor problema que tiene la nación; segundo, Santa Fe no tiene deuda y la poca deuda que tomó fue para obra pública y tiene la canilla abierta para colocar deuda cuando quiera para obra pública y, tercero, hay obra pública. Santa Fe tiene la ventaja de que el campo tiene mucha incidencia”, remató.

A través de palabras simples y concretas, Bonalumi trató otras temáticas que, en general, puede resultar dificultoso para la mayoría de la población debido a su complejidad.

El dólar en la economía de los hogares, suele ser un tema que muchas veces resulta lejano para quienes no se relacionan con la divisa extranjera. El lenguaje técnico que la mayoría de los economistas utiliza para explicar el comportamiento en los mercados, no alcanza para entender las repercusiones que tiene en el bolsillo de las personas.

Al consultarle al periodista qué significa que un país tenga una economía bimonetaria, dijo que “el dólar de alguna manera es el termómetro del miedo que le tenemos a la economía Argentina. Lo ideal seria tener una moneda fuerte”.

“Una economía bimonetaria es cuando la mayoría de los bienes y servicios se reacomodan cuando el dólar tiene un movimiento brusco. Cuando se mueven el dólar se traslada a precios, los precios suben por ascensor y pero nosotros cobramos en pesos que suben por las escaleras”, completó.

Sobre cómo afecta realmente al bolsillo la oscilación de la moneda verde, Bonalumi explicó: “Esto es una pirámide que va desde arriba hacia abajo. Pongo el ejemplo de mi casa: tengo menos trabajo, entonces les explico a mis hijos que cada uno se va a acomodar sus cosas, va a acomodar su ropa y va a levantar la vajilla cuando coma, entonces tengo un cambio de habito de vida, pero a la chica que limpia le digo que no venga mas y para ella es quedarse sin laburo. Por eso cuando hay ajuste, ese peso se da sobre la base mas débil de la pirámide”.