Por Roberto Di Sandro – El Decano: 71 años en la Casa Rosada – rdisandro@cronica.com

¿Se la juegan solos?

La calma tensa que reina en estos momentos en torno al dólar y otros papeles financieros del Estado dan motivo al presidente Mauricio Macri para cambiar a diario. Se advierte euforia en momentos diferentes en actos generados para sus jornadas de trabajo, y cierto decaimiento en su ánimo en otras circunstancias. Sin duda ha tenido que aceptar medidas que nunca hubiese querido poner en práctica. Algunas concebidas desde el propio origen popular, aspecto que rechazó y rechazará siempre, pero la contundente derrota de las PASO lo obliga a modificar, para sumar, aunque sea, más voluntades en los comicios definitivos del 27 de octubre.

Hay muchas reuniones en la Casa Rosada con figuras que alguna vez fueron “corridas” por ese círculo rojo, aunque ahora no manda tanto por la aparición directa de dos valores contundentes que sin duda son ganadores en sus respectivas áreas: la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que salió victorioso. Ambos parecen haberse soltado de la mano del Presidente y encaran la campaña electoral por sus propios medios. Además, dan sugerencias que reducen las apreciaciones de otros dos que, hasta hace un tiempo, tenían una privilegiada posición dentro del gobierno: Marcos Peña y Jaime Durán Barba. Las cosas en Cambiemos “cambian”, dijo un conspicuo observador de todo lo que ocurre en las intimidades del poder.

Ahora se estudia una posibilidad que podría producirse un poco más adelante: que Macri hable “personalmente” con todos los postulantes a presidente en los futuros comicios, en especial con el que lo derrotó rotundamente. Se habla, lógico, de Alberto Fernández. Evalúan de qué manera podrían hacerse esos contactos “previos” al mano a mano que deberán mostrar todos cuando vayan a los debates reglamentarios del 13 y 20 de octubre, antes de las elecciones nacionales. Ah, algo que vamos a remarcar en los siguientes bloques: un diálogo telefónico directo entre Macri y Donald Trump, que existió, pero… Ahora le contamos.

Dicen que no, pero sí

Un tema que sin duda obsesiona al jefe de Estado es cuándo llegará ese desembolso de 5.400 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional ( FMI). Hasta ahora, nada. Por eso hace algún tiempo Crónica HD anticipó una comunicación entre ambos presidentes. Pasaron algunas pocas horas y hubo un desmentido de la Casa Rosada. “No hay ninguna comunicación prevista”. En estas páginas también registramos el anuncio y dejamos que el tiempo transcurra. Hace algunas horas finalmente se hizo pública la mención del diálogo que habían mantenido ambos hace algunos días. Se habló de todo y más, de los problemas que existen actualmente por la demora del envío de la cuota mencionada. Esta aclaración informativa surge de esta columna teniendo en cuenta que Crónica, siempre, busca detalles profundos hasta confirmar la noticia. Nadie es soberbio en la profesión, pero si la noticia existe porque se buscó en fuentes seguras y serias, es necesario que la digamos. Podemos fallar, lógico, pero la condición profesional obliga -porque además uno lo siente desde hace añares- a darles lo mejor y real a nuestros lectores, así como a Crónica HD.

Por ejemplo se pudo saber que Mike Pompeo, uno de los hombres de confianza de Trump, habló con figuras preponderantes del gobierno español para que sugieran al FMI un apoyo a la negociación argentina ante la entidad. Sobre el particular se sabe que los 5.400 millones están varados hasta ahora y existen ciertas disconformidades en el operativo que podrían demorar la “tela verde” hasta noviembre próximo. Digamos por otra parte que dejamos traslucir en estos pormenores que Crónica sabe que las comunicaciones entre Trump y Macri “se hacen muy seguido”, pero “hay que mantenerlas en reserva”. ¿Qué tal?

Dos sorprendentes “no”

Aunque los días que culminaron, no están registrados reglamentariamente para hacer campaña, eso no fue muy tenido en cuenta por los protagonistas. Hay ciertas apreciaciones que sin duda sorprenden, más del oficialismo, dado lo que hasta el propio Presidente y un recientemente llegado al gobierno producen con sus dichos.

Dentro del mismo círculo oficial la sorpresa también llegó. Mauricio Macri declaró el otro día, en un acto que también tuvo sus visos de campaña, sobre el 11 de agosto, día de las PASO en que la derrota de Cambiemos fue aplastante. En su declaración incluyó la frase “no sucedió”. Es decir que ese día no existió. Algunos ojos dentro de la sede gubernamental se entrecruzaron, pero sus portadores no emitieron palabra.

El otro “no” que también resonó en las viejas paredes de Balcarce 50 fue generado por alguien que una vez llegó allí de la mano de Carlos Menem y luego se convirtió en titular del bloque de senadores del justicialismo. Hace algunos meses saltó la grieta para ser candidato a vice de Macri en el oficialismo. Su nombre: Miguel Ángel Pichetto, un talentoso de la política que por esas cosas de la vida dejó el justicialismo para ponerse la camiseta amarilla. En una declaración sobre las manifestaciones callejeras que se generan constantemente para reclamar un justo salario y más comedores para el hambre que se hace cada vez más profunda en la Argentina, dijo que los que cortan las calles “no laburan”. Alguien, dentro del mismo círculo de la Casa Rosada, expresó sin temor: “Si te escuchara el General te explicaría por qué hay hambre y cómo se combate”. Hubo murmullos aprobatorios de los que seguían el momento. Así es la vida.

Números que enloquecen

En Olivos o en la Rosada son incontables las reuniones que se realizan. El Presidente en su despacho habla todos los días con el gabinete y después recibe a diferentes figuras del quehacer nacional. Empresarios, economistas, políticos y hasta -con mayor reserva- algunos sindicalistas que llevan sus reclamos. Es difícil obtener la información directa porque la comunicación no es muy buena, pero de vez en cuando “algo tiran”.

El que más acude al despacho presidencial es el joven ministro de Hacienda, Hernán Lacunza. Lo hace con números y más números. Casi simultáneamente lo sigue el titular del Banco Central, Guido Sandleris, quien se queda con el ministro y luego a solas con Macri. Hace algunos días se lo vio al mandamás del Banco Central bastante agitado. Había estado en una reunión con banqueros que reclamaban la renegociación forzada que se está haciendo con el Fondo Monetario. Allí fue tan elevado el tono de la discusión que casi terminan como si estuvieran en las épocas de boxeo del Luna Park. Debió intervenir la custodia para que se calmaran los ánimos y el debate siguiera. Sin duda la situación está muy crispada.

Volviendo a las entrevistas, se insistió en las últimas horas del sábado con una intención de varios políticos cercanos al mandatario: reunión física con los candidatos a presidente. Ya sea en la Rosada, en Olivos o donde lo quiera el jefe de EstConverado. Una idea que todavía no tomó mucho cuerpo, pero de la cual se habla. Lo que sí es que tanto ayer sábado como hoy domingo, en Olivos o en Los Abrojos, donde sea que esté, a Macri le muestran números como para agarrarse la cabeza: ya hay casi 37% de pobreza, la desocupación está pisando el 12%, la inflación este año proyecta llegar al 55%, los salarios están cada vez más caídos y hay dos decisiones que deben ser tratadas por decreto y “ya mismo” -según se escuchó- porque son de un verdadero signo “de humanidad”: aumento a los jubilados y la ley de emergencia alimentaria.

Fuente: cronica.com.ar