MIéRCOLES, 27 DE NOV

Del productor a la góndola: mejoró el índice en diciembre

La diferencia entre el precio que pagó el consumidor por productos agropecuarios "se multiplicó 7 veces" respecto a lo que recibió el productor. Came destacó que más allá de la estacionalidad "hay problemas estructurales".

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) presentó el Índice de Precios en Origen y Destino (Ipod) de diciembre. EL informe es elaborado por el Departamento de Economías Regionales de Came para una canasta de 20 alimentos agropecuarios.

La diferencia entre el precio que pagó el consumidor en góndola por productos agropecuarios «se multiplicó 7 veces» respecto lo que recibió el productor en el campo.

El Ipod «mejoró 3,4 por ciento en diciembre a partir de una leve reducción en la brecha de precios de la naranja, el arroz, la manzana y el brócoli».

En este sentido, destacó que es «el segundo mes consecutivo» de mejora aunque advirtió que «la diferencia continúa siendo muy alta para gran parte de los productos analizados».

El informe precisó que «frente a noviembre, el IPOD bajó 0,25 puntos, de 7,25 a 7,00, con un descenso de 1,32 puntos si se compara con el máximo de 8,32 puntos alcanzado en octubre pasado».

Según detalló, de los 20 alimentos agropecuarios que integran la canasta del IPOD, en 9 la brecha aumentó en diciembre, y en 11 se redujo.

Los productos más afectados por las distorsiones de precios en la cadena fueron la pera, que alcanzó una brecha de 19,6 veces, seguida por la acelga (15,6 veces), el arroz (13,4 veces), y la manzana roja (13,1 veces).

En el otro extremo, los productos con menos diferencia fueron: brócoli (2,9 veces), limón (3,11 veces), aceite de oliva (3,4 veces), calabaza (3,8 veces) y mandarina (3,9 veces).

«En diciembre hubo tres productos que mejoraron relativamente sus valores dentro de la cadena, al combinar un aumento en las ganancias del productor con una disminución del importe que pagó el consumidor», indicó. El estudio puntualizó que esos productos fueron: el brócoli, con un incremento promedio de 66,7 por ciento en el valor que recibió el productor (origen) y una reducción de 17,6 por ciento en el precio en góndola (destino); la lechuga, con un aumento de 45,2 por ciento, y una reducción de 6,1 por ciento, respectivamente; y la naranja, con una suba de 118 por ciento en el primer caso, mientras que el precio de destino se mantuvo por segundo mes consecutivo sin cambios.

La Came explicó que «una de las principales distorsiones es la cadena de intermediarios, que en muchos casos suelen aplicar porcentajes de beneficios excesivos y quedándose con buena parte de la renta del productor».

No obstante, la entidad sostuvo que eso «no es lo único» que influye, y señaló que «desde los elevados costos de logística y fletes que enfrentan los productores extra-pampeanos o la falta de mercados regionales que obligan a enviar los productos al mercado central hasta las altas cargas impositivas, son muchos los factores que generan esa cadena de distorsiones en la formación de precios agrícolas».

«Si bien hay productos que tienen estacionalidades, la situación en la Argentina va más allá de ese factor económico y hay problemas más estructurales que explican por qué lo que paga el consumidor multiplica en tantas veces al costo de producción primaria del producto», concluyó.

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