Urgidos por la necesidad económica, los comerciantes rosarinos tomaron con agrado la apertura comercial paulatina en la ciudad, uno de los primeros centros urbanos que lo hizo teniendo en cuenta el bajo nivel de contagio local en el último tiempo.

Pero lo cierto es que pasadas dos semanas de esa medida, si bien “algo es mejor que nada”, la gran mayoría de los comercios y empresas no han logrado superar el 30% de la facturación habitual, y en algunos casos esa cifra baja a un desesperante 10%.

Con la experiencia de estos quince días de “fase cuatro” que implicó la reapertura progresiva de la actividad en la Rosario, desde la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came), en conjunto con otras entidades piden que se modifique el actual horario comercial y adelante el horario en que puedan abrir los locales.

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“De 10 a 18 es el horario ideal para la gran mayoría, entendemos que se deben analizar todas las ramas, que hay rubros que aún no abrieron, pero es lo que creemos podría mejorar el comercio”, dijo Ricardo Diab, titular de Came en Rosario y vicepresidente a nivel nacional, en diálogo con Conclusión.

Actualmente los negocios están habilitados para abrir de 13 a 19, cuando finaliza el horario bancario.

Esa división se hizo originalmente para evitar aglomeraciones, pero en estos días se ha verificado que no existe una afluencia masiva de gente a los bancos (y en realidad tampoco a los comercios) por lo que analizar que se podría correr un par de horas esa disposición temporal. A esta visión suman la baja temperatura, que sumada a la cuarentena prácticamente va vaciando las calles hacia la tarde noche.

“Pasadas dos semanas se va viendo cómo evoluciona la experiencia, más allá de que el contexto no es favorable, el comentario de los distintos empresarios, especialmente en la zona céntrica, es el de explorar la posibilidad de abrir antes, adelantar el horario de apertura y quizás cerrar un poco antes teniendo en cuenta la llegada del invierno”, explicó Diab.

Respecto al nivel de ventas, especificó: “La realidad es que pareciera que alcanzaron un techo que ninguno puede superar hasta ahora y es el 30% de las ventas habituales. Algunos están incluso en el 10%. A nivel país elevamos que estamos en un 80% menos de ventas. Por lo menos ahora abrimos, algo es más que nada y al menos se genera y se puede negociar”.

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Ante ese escenario, el dirigente empresario lamentó que “va haber empresas que, cuando ya no puedan soportar la presión de deudas impositivas, alquileres, descubierto de bancos, demandas de trabajadores y otras cosas, van a tener que cerrar”.

“Muchos quizás decidan no continuar ante la caída de recaudación y las deudas”, añadió.

Desde el municipio rosarino, hasta el momento se mostraron reticentes a la idea de modificar el horario y brindar más “flexibilizaciones” luego de un rebrote (aunque leve) en la última semana, tras más de 20 días sin casos y a pesar de las “salidas recreativas” del pasado fin de semana.

Diab aseguró que desde el sector empresarial se entiende que los funcionarios “deben analizar todas las alternativas” y que “la prioridad es la cuestión sanitaria”. No obstante, distintas entidades solicitaron una reunión para esta semana (podría concretarse entre miércoles y jueves) en la que se puedan poner de relieve la situación crítica del comercio local.

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“El empresario siempre busca las mejores condiciones y esto (cambio horario) mejoraría bastante, por eso le pedimos a las autoridades que lo evalúen, siempre priorizando la cuestión sanitaria”, agregó.

Respecto a la asistencia estatal, el dirigente valoró tanto la escucha del municipio así como las líneas de crédito y asistencia financiera del gobierno provincial ya que consideró que en el Ejecutivo santafesino se comprende que “apoyando a empresas se sostiene el empleo y con el empleo el consumo.”

Por último, Diab estimó también “la asistencia a nivel nacional, con el pago de salarios al 50%” pero aclaró que no se llega a paliar del todo la situación. “No alcanza para muchas pymes, no es suficiente si alguien vendió un 10% de lo habitual. Está todo muy complicado, sobre todo teniendo en cuenta que venimos de dos años muy negativos”, concluyó.